Arved Alcántara / La Voz de Michoacán Cifras oficiales del sector Salud indican que en México unas 90 mil personas viven con diabetes tipo 1, una condición que en su mayoría se diagnostica en la infancia. Sin embargo, falta de acceso a herramientas para el monitoreo de glucosa y otras tecnologías puede reducir 35 años de vida saludable para quienes padecen esta condición en el país. El acceso a estas herramientas y el cuidado y control de la condición son algunos de los mayores desafíos que deben ser atendidos por autoridades, profesionales de la salud, padres de familia, maestros y amigos, resaltan en el marco del Día del Niño, que se conmemora cada 30 de abril. La doctora Carmen Alicia López Forero, gerente médico de Insulinas de la farmacéutica Novo Nordisk, señala que es primordial mantener los niveles de glucosa dentro de las metas de control. Actualmente, los avances tecnológicos y la utilización de análogos modernos de insulina, como degludec de acción prolongada, permiten alcanzar objetivos de control glucémico más estrictos con menor riesgo de hipoglucemias o niveles bajos de azúcar en la sangre. Es importante mencionar que el médico es quien debe determinar las metas óptimas de control. Enfatiza la especialista que los niños con diabetes necesitan monitorear con frecuencia sus niveles de glucosa para evitar riesgos de hipoglucemias o hiperglucemias, y tomar las medidas correspondientes. La mayoría de los niños requieren tres dosis diarias de insulina (antes del desayuno, comida y cena). Actualmente, se utilizan jeringas precargadas con apariencia de pluma o bolígrafo que han simplificado mucho las inyecciones de insulina, especialmente para los niños. Para que los niños con diabetes tipo 1 puedan disfrutar plenamente de las actividades propias de su edad sin riesgos, especialistas recomiendan dar seguimiento a temas como fiestas infantiles, consumo de alimentos y excursiones escolares. Es altamente recomendable que el niño o la niña y su familia estén informados con anticipación sobre las actividades que se llevarán a cabo (horarios, comidas, juegos) para que puedan planificar su participación y evitar el riesgo de hipoglucemias (niveles bajos de azúcar en la sangre) o hiperglucemias (niveles altos de azúcar en la sangre). Además, es importante fomentar actividades alternativas al consumo de alimentos, como bailes, juegos, disfraces, canciones, entre otros. Se recomienda moderar el consumo de pasteles, caramelos y dulces en general, incluso para los niños que no tienen diabetes. Si se consume algún tipo de caramelo, es importante medir la glucosa en la sangre media hora después de haberlo comido; en el caso de helados o tabletas de chocolate, la medición se debe hacer después de una hora o hora y media; mientras que, si se come frituras, se debe medir después de 2 o 3 horas de la ingesta, de esta manera, se pueden ajustar las dosis de insulina bajo la supervisión de un médico. Es esencial que tanto los niños como sus padres estén informados con antelación sobre las actividades que llevarán a cabo, incluyendo el horario, la duración, el nivel de actividad física y la comida en caso de que se realice fuera de casa. Así se pueden tomar decisiones informadas en cuanto a la insulina, la dieta y otros aspectos de cuidado de la salud. Las salidas escolares, como las excursiones o los campamentos, pueden suponer un cambio importante en la rutina diaria, con horarios de comida alterados y una mayor actividad física, lo que requiere una planificación adecuada por parte de los profesores, los niños y sus familias. Se deben tomar medidas preventivas, como recordar la aplicación de insulina o tener alimentos y medicamentos disponibles para evitar hipoglucemias. Diabetes tipo 2, cada vez más común Se creía erróneamente que la diabetes tipo 1 era la única forma de diabetes que podía afectar a los niños, pero debido a los malos hábitos alimentarios, cada vez son más frecuentes los casos de tipo 2. La obesidad es uno de los factores modificables que puede prevenir esta enfermedad en niños. De acuerdo con la doctora López Forero, los nuevos casos de diabetes tipo 2 asociados al sobrepeso y la obesidad se han multiplicado por cinco en los últimos años, representando hasta un tercio de los diagnósticos de diabetes en niños. Los niños obesos tienen un riesgo cuatro veces mayor de desarrollar diabetes tipo 2 que los niños con un peso saludable. México es líder mundial en sobrepeso y obesidad infantil, con una prevalencia del 37.4% en niños de 5 a 11 años y del 42.9% en adolescentes de 12 a 19 años. En este sentido, la especialista de Novo Nordisk enfatizó en la necesidad de tomar medidas inmediatas como sociedad. La doctora López Forero destacó que, aunque la diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que no se puede prevenir, la diabetes tipo 2 es prevenible con hábitos de vida saludables, como una alimentación balanceada, menos tiempo frente a pantallas, más actividad física y sana convivencia, así como un equilibrio adecuado entre las horas de sueño y vigilia. Estas medidas deben ser tomadas en el hogar, ya que es preferible prevenir la diabetes tipo 2, una enfermedad costosa, que enfrentar las consecuencias de su desarrollo.