Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Depresión y enfermedades mentales asoman como la principal consecuencia de la pandemia de COVID-19 en Michoacán. Los padecimientos crecieron a razón de hasta un 60 por ciento en los 113 municipios. El acumulado de porcentaje al alza ya duplicó la tendencia de enfermedades mentales previo a la contingencia sanitaria. Tras advertir que hasta el 7 por ciento de la población michoacana padece depresión y el suicidio se coloca como segunda causa de muerte en adolescentes y jóvenes, el doctor Carlos Alberto Bravo Pantoja, secretario técnico de la Mesa de Promoción y Prevención de la Salud de la Secretaría de Salud en el estado, urgió a tomar medidas más allá de las principales ciudades de la entidad. Entre las principales causas del repunte en los casos de depresión de los michoacanos se situó a la pandemia como el primer generador de pobreza, desempleo, violencia, incertidumbre y otros aspectos. Han pasado dos años desde que la pandemia arribó a Michoacán, con lo que el proceso de confinamiento obligatorio, cierre de actividades, despidos, el mismo proceso de la enfermedad e incluso la muerte de miles de personas, repercutió en la salud mental de los ciudadanos. No obstante, el psiquiatra y especialista en combate a las adicciones también puntualizó que muchos de los factores que mantienen al alza a la depresión ya estaban presentes desde antes de la llegada de la COVID-19. Año con año se tenía un registro al alza de hasta un 5 por ciento de pacientes con cuadro clínico de depresión. A la cifra anterior se le debe considerar que por cada paciente atendido, al menos otras 4 personas no buscan ayuda por falta de conocimiento. "Tenemos un incremento del 40 por ciento respecto a 2019 y 2018. De por sí ya teníamos un incremento y se disparó al 60 por ciento en 2020 y 40 por ciento en 2021. Si sumas eso en realidad ya se duplicó. Tenemos en las causas la situación de violencia, la pandemia y la pobreza. Es una condición muy complicada", manifestó el médico de la SSM. Otro de los aspectos que impiden atender y detectar los casos de depresión en todo el estado es la tendencia centralizadora de los servicios de salud mental que se había prolongado hasta este año. Explicó que únicamente municipios como Morelia, Uruapan, Zamora y Lázaro Cárdenas cuentan con especialistas y espacios para la atención de la salud mental en sus diferentes variantes. En la solución propuesta para el combate a las enfermedades mentales, destacó el arranque de trabajos de capacitación para que todo personal médico de los 113 municipios e instituciones de salud pública cuenten con herramientas para diagnosticar cuadros de depresión. Bravo Pantoja señaló como prioritario atender el binomio de problemas de adicciones y enfermedades mentales, mismas que han traído consecuencias funestas como el incremento en los casos de suicidios tanto en la ciudad de Morelia como al interior del estado. La gran cantidad de casos de jóvenes que han portado por terminar con su vida arrojándose de un puente y otros métodos, no ha pasado inadvertida por los especialistas locales, quienes destacaron que el estado presenta una tasa más elevada que otras entidades federativas. "La estadística en Michoacán es del 7 por ciento de la población. Lo cierto es que por cada persona que busca ayuda debe de haber tres o cuatro que la padecen y no lo saben. En donde estamos más mal es en la media de suicidios. Si la media nacional está en 5.1 suicidios por cada 100 mil habitantes, Michoacán está en 7.1. Nuestro estado destapó los números de suicidios y es la segunda causa de muerte de adolescentes", explicó el especialista en entrevista para La Voz de Michoacán. Cabe destacar que con la nueva estrategia de atención a los padecimientos mentales y las adicciones, cada uno de los 28 nosocomios de la SSM deberá reconvertir hasta 3 camas y reservarlas para la atención de pacientes con enfermedades como depresión, ansiedad y adicciones. A pesar de que en todas las regiones se han detectado tendencias de incremento a cuadros como la depresión, ansiedad, estrés y traumas psicológicos, no hay infraestructura para que se les atienda en sus propios municipios, por lo que dicha población debe trasladarse a la capital del estado para ser atendidos.