Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Muchas regiones de México, como Morelia, atraviesan por una temporada en que los niveles de rayos ultravioleta (UV) son elevados. La exposición a ellos durante unos minutos es saludable para el cuerpo, pero hacerlo por lapsos prolongados daña la piel. La radiación UV es una forma de radiación emitida principalmente por el sol y por algunas fuentes artificiales, como camas bronceadoras, luces de vapor de mercurio, luces fluorescentes y algunos tipos de láser. De esta radiación se derivan las variantes UVA y UVB. La primera alcanza a la superficie terrestre, llega hasta las capas más profundas de la dermis, genera un resultado de bronceado rápido e incluso atraviesa los vidrios. Los rayos UVB generan un mayor efecto sobre la piel, ya que actúan con más lentitud. Además se filtran entre lentes de sol, ropa y filtros solares; es capaz de quemar el tejido de la piel. Con hasta 15 minutos de exposición a ellos dos o tres veces por semana generan beneficios para la salud, como la producción de vitamina D, que ayuda a la absorción de calcio y fósforo. Sin embargo, los tiempos prolongados al aire libre y sin el uso de protección generan daños irreversibles a corto y largo plazo. Los daños por la radiación UV Los efectos más reconocidos de larga exposición a los rayos UV son el bronceado momentáneo y, en casos más graves, quemaduras en la piel. El problema es que si es constante provoca cáncer y el envejecimiento prematuro. Es muy frecuente el carcinoma basocelular, que es directamente causado por la exposición crónica a los rayos ultravioleta. Casi siempre se presenta a partir de los 60 años, aunque ya se empieza a ver en edades más tempranas. La presencia de este padecimiento en edades más jóvenes tiene que ver con que cada vez se hacen más actividades socioculturales al aire libre. Los otros padecimientos cancerígenos con mayor incidencia en la piel son el carcinoma epidermoide y el melanoma. En etapas tempranas pueden recibir tratamiento, pero si no se detectan las lesiones a tiempo son capaces de provocar la muerte. Además, en temporadas de calor, alta radiación y contaminación es común que enfermedades como la rosácea, la psoriasis y el acné empeoren. ¿Cómo protegernos de los rayos UV? La principal arma para protegernos de la radiación solar es el uso de fotoprotectores, por lo que es importante aprender a usarlos adecuadamente. Te damos algunos consejos y otras recomendaciones que ofrecen protección integral. Utilizar fotoprotector resistente al agua con Factor de Protección Solar (FPS) de 30 y superior. Reaplicar cada 3 o 4 horas, ya que las moléculas que filtran los rayos UV comienzan a desintegrarse y la efectividad se pierde. La medida para aplicar y reaplicar el fotoprotector es de dos dedos (el índice y el medio) para la cara. Para el cuerpo debe cubrir con una capa las partes descubiertas. También puedes ayudar de productos como el mlan txa que combate la hiperpigmentación y ayuda a evitar la aparición de nuevas manchas en la piel. Si la exposición al sol es prolongada, es necesario que la aplicación del protector solar sea mínimo cada dos horas. Si hacemos actividades en albercas o en la playa es importante reaplicar el protector de manera más constante. A pesar de que sean resistentes, solo dan hasta 45 minutos de protección cuando entran en contacto con agua. Uso de herramientas físicas: sombreros, viseras, lentes de sol con protección UV, mangas o guantes. Evitar mecanismos artificiales de bronceado, específicamente cámaras, luces y camas. Mantener la piel hidratada bebiendo de 1.5 a 2 litros de agua. Evitar fórmulas caseras, ya que pueden provocar reacciones en la piel y no tienen una prueba de protección. Los niños no deben quedar fuera de estas medidas, pues durante los primeros 20 años de vida se da el proceso de maduración de la piel y es el momento en que es más susceptible a cualquier tipo de daño, sobre todo al de la radiación. Es importante inculcar a los niños que al salir utilicen gorras, mangas largas, reaplicar el fotoprotector. Hoy en día hay muchas presentaciones y texturas que son más cómodas. Ya no es el típico efecto mimo o quedar como fantasmas. Por eso es que especialistas recomiendan no bajar la protección ni los cuidados cuando estamos en interiores, porque la radiación atraviesa los vidrios, o cuando el día luce nublado, ya que de todas formas hay presencia de radiación ultravioleta.