Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A 3 años del inicio de la pandemia COVID-19, el principal reto para el sector salud del estado se mantiene en la atención a los pacientes con COVID prolongado. Síntomas que permanecen hasta por 2 años siguen provocando estragos en miles de pacientes recuperados de los efectos inmediatos del virus. Ciudadanos con cefaleas, dolor de huesos, malestar general, insomnio, ansiedad, problemas respiratorios y otros 50 síntomas siguen llegando prácticamente todos los días a los centros de salud. En voz de Elías Ibarra Torres, titular de la Secretaría de Salud de Michoacán, si bien se ven visos del fin de la contingencia sanitaria, los estragos del COVID-19 permanecerán durante años en la salud de los michoacanos. Según información de la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de las personas que desarrollan la COVID-19 se recuperan por completo, pero la evidencia actual parece indicar que aproximadamente entre el 10 y el 20 por ciento de la población experimenta diversos efectos a medio y largo plazo después de recuperarse de la enfermedad inicial. Fatiga, disnea (dificultad respiratoria), problemas de memoria, concentración o sueño, tos persistente, dolor torácico, dificultad para hablar, dolores musculares, pérdida del olfato o del gusto, depresión o ansiedad y fiebre se encuentran entre los síntomas de secuela más recurrentes a nivel mundial en los pacientes post covid incluso meses después de haber parecido los efectos del virus. Las personas con afección posterior a la COVID-19, también conocida como COVID-19 de larga duración, “pueden tener dificultades para desenvolverse en la vida cotidiana. Su afección puede menoscabar su capacidad de realizar actividades cotidianas, como el trabajo o las tareas domésticas”.