Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Afectada, la salud visual de los michoacanos. Al menos un 30 por ciento de los ciudadanos de todos los grupos etarios requieren de anteojos para poder llevar a cabo sus actividades diarias. Al panorama anterior, se suman otros padecimientos actuales provocados por el exceso de uso de pantallas luminosas. El síndrome informático visual en niños, adolescentes y adultos repuntó después de los efectos de la pandemia por la COVID-19, por el incremento del Home Office, las calles virtuales y el tiempo de encierro prolongado por casi dos años. En voz de Mario Alejandro Aguado Arteaga, médico oftalmólogo, especialista en trasplante de córnea en el Instituto Mexicano del Seguro Social, aclaró que el fenómeno de la degradación de la salud visual de los michoacanos es multifactorial y obedece tanto a los hábitos actuales como a patologías. Otro aspecto que complicó la capacidad para detectar y atender las enfermedades de salud visual es que hasta un 80 por ciento de las atenciones las brindas las ópticas particulares, establecimientos en la mayoría de los casos no cumplen con los requisitos profesionales básicos para diagnosticar y tratar más allá de solo recetar lentes. "Es difícil dar una cifra porque muchos pacientes acuden a las ópticas. Un 30 por ciento de la ciudadanía tiene necesidad de usar lentes. Es necesidad. En realidad, la numérica es sesgada van a ópticas y no podemos tener registros. Hoy en día se revisan cada vez más los ojos, la principal causa por la que van al doctor es para pedir lentes para computadora. Es motivo erróneo, pero a la vez está bien porque llegan a la atención médica", manifestó. En cuanto a la prevención para los daños a la salud visual de en la infancia, el especialista señaló que un menor de 12 años no tendría que estar expuesto más de 2 horas al día a las pantallas luminosas, mientras que los niños de 5 años o menos no tendría que usarlo en ningún momento. Toda la población tendría que recurrir a mecanismos de prevención básicos como bajar la luminosidad de las pantallas, activar los mecanismos de protección que ya incluyen las pantallas y reducir el tiempo que se pasa frente a los dispositivos. “Otro problema que tenemos, como el de los farmacéuticos. Hoy en día los profesionales de una óptica no son profesionales. Funcionan con una licencia sanitaria. No tienen una regulación al cien por ciento y tienen un sesgo demasiado fuerte. No es tan frecuente, pero de cada 100 pacientes que me llegaban solo a 1 no le pusieron lentes y los tendría que haber usado antes”.Mario Alejandro Aguado Arteaga, médico oftalmólogo Explicó que, en el caso de los niños, se les pueden practicar pruebas de la vista desde el primer año de nacimiento y tratar posibles anomalías. El uso de dispositivos en general ha derivado en el síndrome informático visual, que representa un riesgo por estímulo visual de luces. No obstante, aún con lo anterior no es la principal de las causas de los daños a la visión se los michoacanos, según destacó el especialista. Durante la pandemia se registró un incremento sustancial del síndrome informático visual por el uso de dispositivos móviles, computadoras y otros dispositivos a través de las clases online, el Home Office y otras demandas. Se espera que en al menos 7 años se manifestarán consecuencias por la exposición de menores de edad a los dispositivos luminosos y las pantallas. Trasplantes, el gran pendiente La lista de espera para donación de órganos y tejidos crece a razón de 1 mil 200 personas por año a nivel nacional. Córneas, riñones, hígados y corazones se mantienen como los tejidos más demandados a nivel nacional a causa de diversas patologías. Información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reveló que una de las necesidades de tejido más subestimadas es la córnea. Si bien dicho tejido no representa un riesgo directo de muerte, el impacto de perder la vista sí puede llevar a mayores problemas de salud a los michoacanos. En 2023 en Michoacán hay más de 70 personas que requieren de una o más córneas y que se encuentran inscritos en el registro nacional de donación. En voz de la doctora Griselda García Gamiño, coordinadora de donación del Hospital Regional Número 1 Morelia Charo, expuso los principales obstáculos a los que se enfrentan cómo institución para obtener los tejidos de donantes ya fallecidos. Las familias de los donantes, la religión y otros factores sociales se mantienen como la principal barrera para que cientos de tejidos salgan de los nosocomios de todo el país para reducir la creciente lista de espera. “Nos enfrentamos a las entrevistas de la donación y las familias se niegan porque desconocían la decisión del donador. La invitación es para que todos puedan platicar con sus familias sobre la decisión de donar”, explicó. Por su parte, el doctor Mario Alejandro Aguado Arteaga, médico oftalmólogo especialista en trasplante de corneas advirtió que sólo en este órgano, los tiempos de espera incrementaron al menos dos años más. “Previo a la pandemia el tiempo de espera era de dos años, ahora después de la pandemia es hasta de otros dos años más por los problemas que nos dejó. Normalmente el tiempo de espera puede ser en relación a la cantidad de córneas que tengamos. Tiempos de espera de menos de dos años creemos que es genial”, explicó.
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