Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Apenas el 10 por ciento de las personas que intenta suicidarse reciben atención médica y psiquiátrica después de autoinflingirse daño. A pesar del alto riesgo de reincidencia, el estigma social y la falta de información en las víctimas y sus familias siguen cobrando vidas tanto en Michoacán como a nivel nacional, pues muchas de estas personas volverán, al paso de los meses, a intentar quitarse la vida. En el marco del Día Internacional para la Prevención del Suicidio, celebrado cada 10 de septiembre, autoridades estatales de salud advirtieron sobre el panorama: hasta 40 por ciento de quienes sobreviven a un primer intento de suicidio lo volverá a intentar en un periodo no mayor a los 6 meses. En entrevista para La Voz de Michoacán, el doctor Carlos Alberto Bravo Pantoja, secretario técnico de la Mesa de Promoción y Prevención de la Salud de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), puso sobre la mesa el alto riesgo que conlleva no tener un control sobre la salud mental de pacientes con intento reciente de suicidio. Explicó que el grado de afectación a la salud mental que lleva a una persona a atentar contra sí misma requiere de tratamientos que pueden prolongarse hasta por dos años, los cuales necesitan desde atención psiquiátrica, psicológica y hasta social con distintos niveles de atención médica. “El riesgo es altísimo. Cuando una persona intenta suicidarse hay un 40 por ciento de posibilidades que lo vuelva a intentar en los próximos 6 meses”, advirtió. Además, “el 40 por ciento de los intentos de suicidios están asociados a la depresión, alcoholismo”, por eso “detectamos un paciente con intento suicida y lo captamos, son dos años de alto riesgo”. El también especialista agregó que “después de dos años se disminuye” y dejó claro que “solamente el 10 por ciento de personas se atiende por intentos de suicido, el estigma les impide recibir ayuda”. AUMENTAN CASOS La tasa de incidencia en suicidio va al alza, de acuerdo con las autoridades en la materia, actualmente se registra una tasa de 10.6 fallecidos por cada 100 mil habitantes, lo que representa que anualmente 8 mil personas se quitan la vida en todo México, jóvenes de 15 a 25 años principalmente. Así el director de Salud Mental reconoció el crecimiento del suicidio en los últimos años; sin embargo, dijo que, aunque falta mucho por hacer, ya se está trabajando con acciones y estrategias concretas de detección temprana que aborden esta problemática. Agregó que se trabaja en la conformación epidemiológica por municipio en aras de tratar de manera individual los problemas de salud mental; se realiza capacitación en todas las unidades para la atención y detección oportuna para revertir este fenómeno que pone en riesgo la salud y vida de las víctimas, y también de sus familiares, pues muchas veces los males mentales “se contagian”. El especialista explicó que los efectos del suicidio en el entorno social tienen efectos que deben de atenderse con criterios similares a los de epidemiología. En casos en donde una persona intenta o logra suicidarse, la afectación a la salud mental de amigos, familiares, compañeros de trabajo y personas cercanas es abrumadora. Por lo anterior, el riesgo de que el suicidio como fenómeno derivado de afectaciones a la salud mental alcance a otros miembros de la misma familia es alto. En cuestión de semanas después de un suicidio consumado, las afectaciones mismas a la salud provocadas por la salud mental u otro suicidio alcanzan a las familias. El estigma sigue siendo el principal enemigo para la atención dela salud mental en el estado. A pesar de la evidente degradación de la salud en este sentido, los michoacanos llegan a tardar hasta 30 años en recibir la atención psicológica y psiquiátrica que requieren para evitar llegar a una condición que les ponga en riesgo la vida. “Se llama postvención. La postvención cuenta con muy poca información, son acciones que tienen pocos años que se realizan. El que nosotros trabajamos con Salud Mental federal es que les afecta tanto que aumenta el riesgo de suicidio. Se suicida una persona y le sigue un hermano, un amigo, un compañero. Es importante darles manejo de duelo, explicarles el riesgo de suicidio, qué fue lo que pasó, terapias grupales. Les afecta tanto que no vuelven a ser los mismos”, insistió el secretario técnico. HOMBRES, PRINCIPALES VÍCTIMAS El suicidio es considerado un problema de salud pública que conlleva una tragedia para las familias y para la sociedad. Las pérdidas pueden prevenirse si se interviene de manera oportuna, por lo que es debido centrarse en la comprensión de estos sucesos para crear estrategias de intervención. Factores como la drogadicción y fenómenos económicos han empujado a que cientos de ciudadanos, principalmente hombres recurran a quitarse la vida cada año. A partir de este año, todos los centros de salud y hospitales de la SSM tendrían que contar con personal médico y de enfermería capacitados para atender casos de crisis de ansiedad, depresión u otras condiciones que pongan en riesgo la vida de personas. El principal reto es lograr que los michoacanos se atiendan; se estima que los ciudadanos tardan hasta 30 años en acudir a terapia para atender las lesiones de salud mental.