Tecnológico de Morelia dona viseras ergonómicas de uso prolongado para crear caretas

Un profesor y un egresado del Tec de Morelia fabricaron las diademas a través de inyección de polímeros, que no es dañino para la piel y se limpia fácilmente.

Foto: Cortesía.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El Tecnológico Nacional de México, Campus Morelia, elabora y donará al sector salud más de 200 protectores faciales fabricados a través de inyección de polímeros, los cuales son fáciles de limpiar, ergonómicos y elaborados con material que no representa un riesgo para la salud ante el uso prolongado de contacto con la piel.

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Este día se entregaron las primeras caretas y sanitizante a la Secretaría de Desarrollo Social y Humano del gobierno estatal, al igual que al Ayuntamiento de Morelia y al Sindicato Demócrata de Empleados Municipales de Morelia.

Los responsables de la elaboración de las caretas son el profesor investigador Juan Cristóbal Camacho Arriaga y el egresado de Ingeniería Mecánica del ITM, Héctor Martínez Domínguez, quienes se preocuparon por investigar las necesidades del personal médico y enfermeras, así como por la utilización de materiales que no representan un riesgo para contacto prolongado con la piel humana para elaborar una careta ergonómica que cumpla la necesidad de proteger.

Foto: Cortesía.

Camacho Arriaga explicó que el virus del SARS-CoV-2 se transmite al hablar, toser o estornudar, “todos al hablar producimos gotas de saliva de cuando menos 5 micrómetros de diámetro que pueden tener millones de virus, que, al llegar al rostro, principalmente ojos, nariz y boca, representan un riesgo de contagio y el personal médico y enfermeras a la hora de auscultar algún paciente requieren protegerse”.

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El académico y el joven egresado empezaron a producir caretas a través de impresión 3D, como lo realizan la mayoría de las personas, sin embargo, evidencia publicada recientemente ha generado preocupaciones sobre los riesgos potenciales para la salud de quienes usan impresoras 3D de escritorio de filamentos de poliméricos, ya que al calentarse estos liberan vapores que se sabe son peligrosos para la salud. Además de que el tiempo de impresión de la diadema del protector facial puede llevar de dos a cuatro, horas dependiendo del diseño del mismo.

De ahí que los investigadores del ITM buscaron una alternativa para realizar estos protectores faciales a través de inyección de polímeros que cumplen con normas que permiten el contacto prolongado con la piel, además de la rápida producción de los mismos, con materiales fáciles de conseguir.

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El egresado del ITM y representante de la empresa MITADAM refirió: “Uno de los problemas de la manufactura aditiva es que está limitada al material que se utiliza, la mayoría de la gente utiliza PLA (Ácido Poliláctico), que es un material que no tiene certificación para contacto humano, nosotros utilizamos material con Certificación OECD TG 439 para compatibilidad con la piel y las pruebas del material no se utilizaron animales, sino humanos”.

Una vez obtenida la visera o diadema, se coloca cualquier acetato que se puede obtener en una papelería, previamente perforado con una perforadora comercial, se ajusta la banda elástica y la careta esta lista para su uso. Este protector facial se puede desinfectar con mayor facilidad al solo desinfectar la diadema, cambiar el acetato y continuar su uso; paralelamente entregarán instrucciones para la sanitización del producto.

Finalmente explicaron que la diadema está elaborada de forma ergonómica y especial para uso prolongado; en una careta común dejan descubierto la parte de arriba, lo que provoca un riesgo porque las gotas de saliva pueden bajar a los ojos; a su vez, si el material de la diadema no es liso y/o tiene con letras grabadas no se pueden limpiar correctamente, lo que representa un riesgo para la salud.