Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La celebración del Día de Muertos es una de las fechas más esperadas en México. Se trata de una tradición que en los últimos años ha cobrado una particular relevancia, no sólo a nivel local sino en todo el mundo, que ha provocado que el estado de Michoacán reciba una oleada de turistas que buscan ser parte de esta experiencia. Esta creciente afluencia turística en el estado es una muy buena noticia para el estado. Sin embargo, la cuestión de si pequeños pueblos mágicos pueden sostener la visita de los 200 mil turistas puso sobre la mesa si la logística y la infraestructura son las indicadas para la magnitud que ya alcanzó está celebración. Coco, James Bond Spectre y el impacto en la tradición La tradición antiquísima en pueblos como Pátzcuaro, Tzintzuntzán, Tzurumútaro y Santa Fé de la Laguna, consiste en que los pobladores el primero de noviembre hacen una ofrenda en las tumbas, en las que reposan los restos de sus familiares difuntos, y velan durante toda la noche y madrugada del 2 de noviembre. En esta velada hay rezos, cantos y rituales bajo la creencia de que el espíritu de los fallecidos vienen esa noche a visitar a los que aún están vivos. Esta tradición es única en el mundo. Sus características en los altares como flores amarillas y olorosas (cempasúchil), veladoras encendidas hasta que se consuman, incienso, alimentos, agua, sal y otros adornos hacen que sea sumamente atractiva para turistas nacionales e internacionales. Es tanta la potencia de este día que ha inspirado a directores y productores de cine para trabajos como la película animada Coco, dirigida por Lee Unkrich y producida por Pixar, y en la que Michoacán fue referencia. Este proyecto cinematográfico tuvo un impacto innegable en cuanto a la promoción de los rituales, hecho que despertó aún más la curiosidad de extranjeros y mexicanos por visitar los pequeños pueblos mágicos de este estado. Otros proyectos con alcance mundial que han promocionado a la tradición fueron la Feria Internacional del Turismo (Fitur), el Mundial de Fútbol Rusia 2018 y la película James Bond Spectre. El disfraz de catrina, teniendo uno de sus orígenes en Capula, también han impulsado a la atracción de turismo. Coco, se estrenó el 20 de octubre de 2017 y para 2018 la afluencia turística en día de muertos arrasó a nivel nacional con un registro de 256 mil turistas y visitantes, y una derrama económica de 223 millones de pesos. El resultado es... En 2018 y 2019 se superó el porcentaje de otros años en cuanto a número de visitantes se refiere. En 2014, en el mismo periodo, la afluencia de visitantes apenas llegó a los 110 mil 750 paseantes; es decir, una diferencia de 63 mil 575 paseantes (57.4%). El municipio de Pátzcuaro registró durante el 1º y 2 de noviembre de 2018, la asistencia de 65 mil personas, además de una ocupación hotelera del 100%, informó el presidente municipal de la localidad, Víctor Báez Ceja. En ese año la secretaria de Turismo, Claudia Chávez López, destacó que las cifras representaron un aumento de 22.5 por ciento en afluencia turística y del 25.7 por ciento en derrama económica, en comparación con el año pasado. Los gobiernos federal, estatal y municipales han hecho lo suyo para la planeación y promoción de actividades en el marco de esta fecha. Agencias de viajes y la Asociación de Guías de Turistas Certificados en México delegación Michoacán reportaron que estaban en su cupo límite para con los recorridos de Noche de Muertos en la región Lacustre. La presidenta del organismo, Rosalba Coria, aseguró que las reservaciones se agotaron desde 3 meses atrás y señaló que, contrario a otros años, se optó por hacer grupos limitados durante esta temporada con la intención de no saturar a las comunidades y que éstas no se sientan “invadidas” por turistas. Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán, comentó que “el sector turístico pasa por una buena racha que les da estabilidad a las finanzas del estado y representa una palanca para el desarrollo para gran parte de la población”. Sin embargo... Filas kilométricas de automóviles, autobuses y camionetas dedicadas a brindar recorridos en las entradas de Pátzcuaro, Tzintzuntzán y Uruapan y la saturación de visitantes al interior de los panteones fueron visibles en las celebraciones del 1 y 2 de noviembre de este año. A Tzintzuntzan, por ejemplo, se ingresa por Quiroga o por una desviación en la entrada de Pátzcuaro. Este pueblo mágico no cuenta con grandes avenidas y la carretera que corre por en medio del pueblo, es de solo un carril. Esta vía tiene a sus costados los dos panteones con los que cuenta el municipio, la entrada al Atrio de los Olivos y el mercado de artesanías; además es cerrada para que se lleve a cabo el antiguo desfile de arcos y para que los visitantes puedan caminar. Foto: Cortesía Hubo un momento donde los miles de autos simplemente ya no pudieron avanzar más. Los autobuses y camionetas contratados por agencias bajaban a los visitantes a mitad de la carretera, teniendo que caminar en plena madrugada hasta llegar al pueblo. Las autoridades no dejaban ingresar a autobuses al pueblo, lo que complicó el tráfico porque muchos no podían retornar y no había más opciones de movilidad. Los que llegaron temprano y pudieron estacionarse en las calles empedradas, duraban de dos a tres horas para salir de Tzintzuntzán y otro tanto para ingresar posteriormente a Pátzcuaro y el mismo tiempo para llegar a Janitzio. El recorrido más popular es: Morelia-Tzintzuntzán-Pátzcuaro- Janitzio. Tzintzuntzán es un pueblo con apenas 14 432 habitantes, mismos que se vieron hasta triplicados por los visitantes. Respecto a los pasillos de los panteones, la circulación de las personas era muy complicada. Incluso a las personas nativas que velaban a sus familiares se les pedía permiso para pasar entre las tumbas. La situación se complicó con la fuerte lluvia que se registró minutos antes de las 18:00 horas, la cual provocó que la tierra roja del panteón se convirtiera en espesas capas de lodo y charcos. Hubo ocasiones en que turistas se resbalaron y cayeron encima de las tumbas tirando las veladoras encendidas y los arcos llenos de flor de cempasúchil. En Pátzcuaro también se reportó que la fila para llegar al embarcadero y subir a una lancha hacia la isla de Janitzio, eran de hasta dos kilómetros. Pátzcuaro tienen una población de 55 mil habitantes y en 2018 registró la visita de 65 mil visitantes durante el 1 y 2 de noviembre de ese año.