Juan Bustos “La Facultad abre a las 7:00 de la mañana y a las 7:15 ya me estaba sentado frente a un piano; la escuela se cerraba a las 9:30 de la noche y yo salía a las 9:20, si no estaba en clases estaba en el piano”, así describe la disciplina en su formación el barítono nicolaita Juan Marcos Martínez Mijares que recién obtuvo contrato en el reconocido Teatro Magdeburgo, en Alemania. En entrevista el egresado de la licenciatura en Música de la Facultad Popular de Bellas Artes de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMNSH), señaló que la formación de 11 años ha valido la pena para el sueño que es debutar el Teatro Magdeburgo (TheaterMagdeburg), que registra históricamente debut de los más grandes cantantes de ópera en Alemania. “De las cinco especialidades que ofrece la Facultad opté por la de cantante; en general, cursé prácticamente mitad de materias de tronco común y el resto de la especialidad”, dijo. Destacó que además de la disciplina, el contar con grandes maestros y condiciones en el centro educativo para el desarrollo de su formación fueron fundamentales. “Tuve la buena fortuna de tener siempre a los maestros correctos a mi alrededor, es decir, conocí a las personas adecuadas como a la maestra Lesbia Domínguez, que es quien me encarriló hacia Bellas Artes, al doctor Salvador Ginori, quien es además mi amigo y guía y, por supuesto, mi maestro de solfeo, Orlando, quien me develó la base de la música”. Apuntó Juan Marcos Martínez que cuando revisa su formación puede decir que es muy afortunado porque todos sus maestros le aportaron algo que le permitió, primero, llegar al nivel en el que se encuentro y, segundo, reconocer que la Universidad Michoacana es muy benevolente en este sentido; “siempre que pedí apoyo me lo proporcionaron, mi agradecimiento absoluto hacia la Universidad”. Expuso que, precisamente, la ruta hacia el éxito no pasa por un pasaje mágico, sino que como le señalaban sus maestros: “es estudiar como loco desesperado, nada más… trabajo, trabajo y trabajo porque lo que te ofrece la Universidad Michoacana son las herramientas, así como los espacios para estudiar, yo nada más los aproveché, hice uso de todo eso”. Recordó que la Escuela Popular de Bellas Artes ha tenido el tino para enfocar y acercar a sus alumnos con los más grandes maestros y cantantes, por ejemplo, Octavio Arévalo uno de los cantantes más importantes en Europa, Carlos Almaguer, Luis Ledesma, uno de los maestros de canto más importantes del mundo (profesor en AVA y Curtis en Filadelfia). “Uno de los logros más importantes que hemos tenido como estudiantes de la Escuela Popular de Bellas Artes es que tuvimos una clase magistral de una semana con Francisco Araiza, doctor honoris causa y sin duda uno de los mejores cantantes de la historia, además de ser mexicano”, subrayó. Destacó que precisamente el llegar a un contrato en un país con una gran tradición en la ópera no es un hecho fortuito, sino que “se construye con pequeños tabiques” representados por los esfuerzos para buscar espacios cursos y audiciones, con el acompañamiento formativo de la UMSNH. “A partir de enero estaré trabajando en Magdeburgo, Alemania, se trata de un lugar bastante agradable por muchas razones. Es un teatro que me permite empezar una carrera sin las presiones de un teatro de gama alta, pero por las clasificaciones que tienen éste es de los más chicos, pero a su vez de los más grandes”. Expuso que Alemania es un país que cuenta con al menos 300 teatros donde de manera cotidiana hay funciones, “y en el de Magdeburgo la lista de los grandes barítonos que debutaron con el rol que yo estaré debutando es muy alta, se podría hacer una lista grandísima”. “Uno siempre sueña en ir, tener la premonición de conseguir un contrato, pero iba y regresaba, no pasaba nada, pero esta última vez fue mágico porque estaba en Bologna tomando clases con Luis Ledesma, en el Conservatoria de Música de la ciudad, donde una persona se acercó porque quería escucharme”, narró Juan Marcos Martínez. Reveló que quien lo quería escuchar era la encargada de TheaterMagdeburg; “se acercó, toma mi tarjeta y me dijo ‘escríbeme’. Lo hice, llegué a la audición y simplemente me dijeron que pasara a la oficina para firmar un contrato”. Finalizó señalando que fue el momento correcto en el que llegó, pero con la preparación precisa. “Eso es lo nicolaita que llevo en el corazón”. “Vivimos en una ciudad que es difícil conseguir una formación musical, no la tenía definitivamente, pero después de 9 años en la Facultad Popular de Bellas Artes llego a este momento mágico”, concluyó.