Juan Bustos / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La Unidad de Ciencias, Ingeniería y Humanidades (UCIH), complejo que los nicolaitas conocen como Ciudad Universitaria, este año cumple 50 años de su establecimiento formal por el Consejo Universitario de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), en 1973; el proyecto comenzó a materializarse un año antes con la donación del Campo Militar de Aviación por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a los estudiantes del Colegio de San Nicolás. El acta con su nombre oficial data de la sesión del 6 de julio de 1973, pero la historia y los detalles de este espacio, el corazón de la UMSNH, a la fecha siguen siendo pocos conocidos aún para la misma comunidad universitaria, reconoce Salvador García Espinosa, urbanista e investigador de la Facultad de Arquitectura. En conjunto con Carmen Alicia Dávila Munguía y Catherine R. Ettinger, coordinaron y publicaron en 2015 el libro denominado “Patrimonio nicolaita: arquitectura, pintura y escultura”, donde uno de los capítulos aborda en particular el tema del establecimiento de la UCIH, cuyo nombre ni siquiera figura en la memoria colectiva de la comunidad educativa. Contrario a la tendencia En entrevista con esta casa editorial, el investigador Salvador García expuso que si bien la Universidad Michoacana en este momento se ha expandido no solamente en la ciudad de Morelia, sino en la entidad con los campus y reforzamiento de la presencia, por ejemplo en Uruapan, que fue la primera extensión de la universidad fuera de la capital, “lo cierto es que Ciudad Universitaria es un espacio donde aún se realizan obras como la nueva sede de la rectoría que aún se está terminado de construir”. De hecho, de acuerdo con el proyecto de presupuesto aprobado por el Congreso del Estado, la UMSNH contará con una partida especial de 8 millones de pesos para la edificación de un nuevo edificio que forme parte del Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales (ININEE). Foto: La Voz de Michoacán. Salvador García explicó que el nombre adoptado de “Ciudad Universitaria”, proviene de la tendencia internacional que replica el modelo estadounidense y que influyó en denominar a estos conjuntos en América Latina a mediados del siglo XX, como fue en Brasil y, de igual forma, en otras ciudades universitarias en nuestro país, como el caso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En Michoacán, sin embargo, se buscaba una opción diferente que integraran en un gran espacio varias de las escuelas profesionales más relevantes de la UMSNH. Detalló que, si bien desde los años 50 hubo la intención de construir un complejo de este tipo en las inmediaciones del Parque Juárez y posteriormente en donde ahora se ubica Bosque Cuauhtémoc -de ahí la instalación de la Facultad de Medicina- fueron proyectos que no prosperaron por diferentes situaciones. Ya sobre el actual terreno de la UCIH, el investigador compartió que la Ciudad Universitaria nicolaita en el primer plan propuesto incluía una calle que cruzaba de lado a lado para integrar el plantel educativo con la ciudad, ya que el aeropuerto representaba un obstáculo entre el norte y el sur de estas colonias. “La calle estaba diseñada para dividir el campo del aeropuerto en dos, la parte académica al oeste y la parte deportiva al este. Sin embargo, debido a preocupaciones sobre la seguridad y el control, la calle fue eliminada y la universidad se volvió a acercar”. Detalló que hoy en día Ciudad Universitaria presenta diferentes etapas de desarrollo, como los edificios blancos con arcos que fueron construidos por el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE) para garantizar que todas las escuelas fueran iguales, lo cual refleja la ideología de la educación sin distinciones entre las diferentes instituciones. Por cierto, los arcos, simbólicos en los edificios del complejo, tienen una explicación sencilla: formaban parte de un diseño para emular la arquitectura del Acueducto moreliano. Foto: Samuel Herrera Jr. García Espinosa abundó que es a partir del año 1995 que se comienzan a construir edificios diferentes en Ciudad Universitaria. Uno de los primeros fue la Facultad de Arquitectura, seguido por los institutos como el de Ingeniería Civil, entre otros. “Este cambio en la estructura de los edificios se debió a la necesidad de que cada uno contara con condiciones específicas que se adaptaran a su programa educativo y materia, incluyendo laboratorios y espacios de enseñanza propios”, indicó. Facultad de Arquitectura Reiteró que, por ejemplo, los salones requeridos para una carrera de Derecho no son los mismos que los de una carrera de alguna ingeniería, de esta manera, empezaron a construirse grandes edificios como el de la Facultad de Arquitectura, que rompieron con la estructura anterior de edificios iguales. “A pesar de ser muy criticado en su momento, este edificio reflejó la aspiración de la universidad de ser de primer nivel y de calidad en cuanto a infraestructura se refiere”. Siguen las adecuaciones “El edificio del Centro Información, Arte y Cultura (CIAC) también fue importante en este sentido, ya que originalmente se pensó como un centro de congresos para las actividades que la Universidad Michoacana realizaba y para evitar tener que rentar salones”, dijo. Externó que el CIAC fue diseñado por el famoso arquitecto mexicano Teodoro González de León, “la construcción del edificio es otra muestra de la intención de la institución de contar con la mejor infraestructura posible”. Para este proyecto se contó con la coordinación y apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. El investigador consideró que la parte deportiva ha sido quizá la menos atendida; fue hasta a principios del 2000 se terminó la construcción del estadio, la cancha y la pista, y también se construyó el gimnasio de usos múltiples. “Sin embargo, desde entonces no se ha invertido en el área deportiva. Actualmente, se enfatiza en la educación integral, por lo que se debería aprovechar la disponibilidad de áreas deportivas para fomentar actividades”. Estadio Universitario. Recalcó que, en este sentido, “los cambios ideológicos en términos de educación, son muy importantes y se pueden observar en Ciudad Universitaria y como ha sido construida”. El especialista indicó que, a pesar de estos cambios y las necesidades de adaptar ciertos espacios, es importante conservar los primeros edificios, aunque se han ido transformando. Por ejemplo, en los casos de Ingeniería Civil y Mecánica se construyó un tercer nivel que fue muy criticado, pero se tomó la decisión porque era más conveniente que extender el área edificada sobre los jardines. “La crítica general es que se ha ido acabando con las áreas verdes, por lo que la universidad debería tener un criterio más sustentable en su campus; además, el crecimiento vertical es más eficiente para los alumnos, ya que no tienen que moverse de un edificio a otro”, ponderó. Recordó Salvador García es importante entender que originalmente la Unidad de Ciencias, Ingeniería y Humanidades tenía poco más de 42 hectáreas, pero se ha ido reduciendo debido a la ampliación de la avenida Francisco J. Mujica y otras edificaciones que se fueron pegando al campus. Tanque elevado y Rectoría Detalló que un aspecto importante e icónico de Ciudad Universitaria es el tanque elevado que nunca se pudo utilizar debido a problemas estructurales, “se construyó pensando que el pozo que se perforó en ese momento iba a almacenar el agua y por gravedad iría a salir, pero el tanque nunca se ha utilizado”, reconoció. Foto: Especial. “El pozo se entregó a la Universidad y luego hizo un acuerdo con el Ayuntamiento de Morelia para que el agua que no consumiera se distribuyera en las colonias cercanas. Actualmente, hay proyectos para aprovechar el tanque como oficina u otro uso, pero no como un pozo elevado, ya que se construyó un pozo en el camellón de la J. Mújica”, reveló. Recordó que en los últimos 20 años se ha visto una expansión de la UMSNH, ya que la crítica era que parecía ser exclusivamente para la capital de Michoacán; con la gubernatura de Leonel Godoy se ampliaron los llamados campos universitarios y actualmente se está planeando la creación de dos más, uno en Zamora y otro en Apatzingán. “Actualmente, la Universidad Michoacana cuenta con una extensión de medicina en Tangancícuaro, además de una importante expansión en términos de nodos para la educación a distancia mediante convenios con gobiernos municipales que proporcionan los edificios y personal, mientras que la institución proporciona el equipo y los programas educativos correspondientes”, explicó. García Espinosa indicó que el último edificio que se construyó fue el nuevo edificio de Rectoría, inaugurado apenas hace unos meses, el año pasado. “La primera Rectoría estuvo ubicada en el edificio A hasta aproximadamente 1985, cuando se mudó al edificio que conocíamos hasta poco… aún se están construyendo nuevas instalaciones, incluyendo una clínica para la atención de la población estudiantil”. Para concluir, apuntó que es evidente que Ciudad Universitaria ha perdido peso específico en términos de matrícula, profesores e instalaciones, considerando las nuevas extensiones universitarias y las sedes de algunas facultades. “Hay escuelas fuera de Ciudad Universitaria en áreas como Salud, Psicología, Letras y Bellas Artes, con muchos edificios en el centro, sin embargo, es importante entender la importancia del complejo originalmente denominado Unidad de Ciencias, Ingeniería y Humanidades”, nombre que se ha olvidado ante la expresión popular de Ciudad Universitaria.