Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La percepción de inseguridad en las principales ciudades del estado de Michoacán va al alza. Los habitantes de Morelia, Uruapan y Lázaro Cárdenas calificaron como negativa su percepción del entorno social en sus municipios. A pesar de los operativos desplegados durante los últimos meses y la reducción de la tasa de homicidios en prácticamente todas las regiones, en el primer semestre de 2022 las ciudades reprobaron en la percepción colectiva. El informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló la tendencia que se replica tanto a nivel nacional como local. A nivel nacional, el 62 por ciento de los mexicanos considera que el país es inseguro, lo cual coloca a las principales ciudades muy por encima de la media nacional. En el caso de la capital del estado, el 86 por ciento de los morelianos considera que la ciudad es insegura. Lo anterior representa un incremento de más del 6 por ciento respecto a marzo pasado. La versión de las autoridades municipales de seguridad pública respecto a los indicadores refiere a que el homicidio doloso como fenómeno ligado al narco ha traído efectos negativos en los avances en otros rubros de incidencia delictiva. La Comisión de Seguridad Pública de Morelia señala avances en el combate a delitos como el robo de vehículos, a casa habitación, asaltos y delitos relacionados con la convivencia y consumo de bebidas alcohólicas. En el caso de Uruapan, el 86.7 por ciento de la población calificó como negativa la percepción de inseguridad, en el comparativo respecto al último trimestre medido el incremento fue del 0.1 por ciento. Lázaro Cárdenas fue el municipio que representó el alza más importante en todo el estado. Pasó del 49.7 por ciento en marzo pasado al 59.5 por ciento. Sobre lo anterior, no hay versión por parte de autoridades estatales. Si bien el municipio costero cuenta con una cifra más baja respecto a Morelia y Uruapan en cuanto a percepción negativa, ingresó recientemente a la lista de los más inseguros a nivel nacional. Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán. A pesar de los operativos de refuerzo, el incremento del estado de fuerza y la reducción del homicidio doloso durante los últimos meses, la percepción negativa sigue inamovible después de 10 años de crisis de inseguridad. Otros aspectos también fueron calificados como negativos por parte de la ciudadanía en términos de percepción. La corrupción fue uno de los fenómenos más señalados en las mismas tres demarcaciones. En el caso de Morelia, el 57.3 por ciento de la población que tuvo algún contacto con instituciones de seguridad pública experimentó algún grado de corrupción. Principalmente exigencia de sobornos e intimidación por parte de los policías. En Uruapan, el 74.7 por ciento de la población denunció haber sido sometida a corrupción por parte de las autoridades de seguridad, mientras que en el caso de Lázaro Cárdenas fueron 36.3 por ciento. La extorsión también quedó expuesta como otro fenómeno que requiere de la atención inmediata por parte de las autoridades locales. El INEGI reveló que hasta el 28.8 por ciento de los hogares encuestados revelaron tener alguna víctima de robo o extorsión durante el primer semestre del año. En el caso de Uruapan, la cifra fue del 38.1 por ciento, y en Lázaro Cárdenas, del 19.3 por ciento. Michoacán, entre los más violentos Masacres, fosas clandestinas, mutilaciones, calcinamientos, tortura y homicidios de personas de sectores vulnerables colocaron a nuestro estado en el segundo lugar a nivel nacional en violencia extrema durante el primer cuatrimestre de este año, según la organización Causa en Común. Las cifras compiladas por la organización social Causa en Común entre enero y abril de este año revelaron los cuadros de atrocidades, de las que al menos 8 rubros se encuentran en foco rojo en las diferentes regiones del estado. En muchos de los distintos tipos de atrocidades, Michoacán superó a Guanajuato y otros estados que durante los últimos años se han disputado los primeros lugares a nivel nacional en cuanto a violencia. Si bien desde junio comenzó un descenso en la tasa de homicidios, la violencia con la que se perpetran los delitos sigue al alza.