Jorge Manzo/La Voz de Michoacán Morelia. En Michoacán se cometieron en total 45 mil 190 delitos durante el 2018, es decir, un 8 por ciento más que en 2017 y un 46 por ciento más que durante el 2015, reporta el informe anual del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. La conducta delictiva que reporta carpetas de investigación a la baja es el robo de vehículos, el principal “coco” de las autoridades, derivado del modus operandi del crimen organizado. Del 2017 al 2018 se reporta un crecimiento de 3 mil 354 denuncias ante el ministerio público, y entre los principales delitos del fuero común que se registraron destacan los homicidios y las lesiones dolosas. Las disputas de la delincuencia en algunas regiones del estado han disparado la incidencia, por lo que se han encendido las alertas, principalmente en las regiones de Zamora, Uruapan, Morelia, así como de Tierra Caliente. Si bien el mes más violento del 2018 fue mayo cuando se reportaron 4 mil 139 carpetas de investigación, frente a las 3 mil 350 que captó la Procuraduría General de Justicia durante diciembre, en octubre de 2017 se contabilizó la mayor cantidad de denuncias de los últimos tres años al sumar 4 mil 155 indagatorias abiertas. Ese mismo mes, pero de 2018 fue cuando se registró una escalada de homicidios dolosos al pasar de 86 a 145. En ese ejercicio fiscal se habían contabilizado 135 asesinatos en septiembre y desde entonces se encendieron las alarmas y se atribuyó la violencia a las pugnas del crimen organizado. Fue julio del 2016 en donde se rebasaron las cifras al cuantificar 150 muertes. En general, los robos en Michoacán fueron a la baja, aunque los números que se tienen al respecto apenas son mínimos. En 2018 se reportaron 18 mil 611 denuncias, y en 2017 fueron 18 mil 262. El robo a casa habitación se disparó de mil 992 el año antepasado, a dos mil 23 en el ejercicio anterior. Lo mismo ocurre en robo de vehículos al pasar de 8 mil 267 a 7 mil 782. No se tienen identificadas las zonas en donde se consumaron los hechos. No obstante, en Morelia uno de los polígonos que más preocupan es Villas del Pedregal en donde habitan más de 10 mil familias. Este es uno de los fraccionamientos más grandes de la ciudad y del estado, y las pequeñas células delincuenciales y gavillas mantuvieron amedrentadas a las familias, obligando a las autoridades policiales a instalar una Base de Operaciones Mixtas para combatir estos flagelos, incluyendo el narcomenudeo que también operaba en ese asentamiento. El año pasado hubo más de 2 mil denuncias al respecto, aunque en todo el estado. Encendidos, los focos rojos Si bien no se registran incrementos significativos entre un mes y otro, la incidencia delictiva en Michoacán sigue al alza. De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Pública, las prioridades para combatir son los robos a casa habitación y de vehículos, así como los homicidios dolosos, considerados los que más laceran a la sociedad en estos momentos. Los límites entre Michoacán con los estados de Jalisco y Guanajuato han sido identificados como los territorios más complejos y con las alarmas rojas, derivado de la incursión de las bandas delincuenciales. El Cártel Jalisco busca el control absoluto del estado, frente a los remanentes de “Los Viagra” y los “Caballeros Templarios”, así como otras gavillas afines, aunque para el Gobierno del Estado, la pelea está entre el grupo liderado por Nemesio Oseguera y los hermanos Sierra Santana. De acuerdo con el secretario de Seguridad Pública, Juan Bernardo Corona Martínez, la capital del estado actualmente es disputada por el Cártel Jalisco Nueva Generación, a quienes también se les responsabiliza del huachicoleo. Morelia es atractiva para cualquier grupo delincuencial, y se agrega que la cantidad de población potencia el interés de que crezcan sus tentáculos que financian sus actividades, entre ellas, la venta de droga, extorsiones, entre otras conductas delictivas. En tanto, el poder económico que se mueve en Uruapan también ha propiciado que sea un terreno atractivo para el choque entre los grupos delincuenciales. Es un territorio que sigue en manos del grupo que se consolidó dentro de los grupos de autodefensa e intentan mantener la hegemonía, lo que ha desatado la guerra campal y la serie de asesinatos, mientras que Zamora es considerado un foco rojo. Ahí se desplegó una estrategia especial para pacificar y mantener vigilado el municipio en donde se dispararon los asesinatos y los robos. “La delincuencia qué hizo en un momento, tenían bajo su control a la población por amenazas, tenían base social, y si tú ibas o realizabas un operativo ellos de manera inmediata te bloqueaban, de manera inmediata ten tenían un vehículo y te lo prendían, cosa que ahora hemos ido contrarrestando y que hemos ido trabajando para que no se presenten ese tipo de situaciones”, recordó en su momento el titular de Seguridad Pública del estado. Las necesidades de Michoacán Michoacán necesita de 30 mil elementos policiales capacitados, preparados y equipados para atender de manera puntual la seguridad de la población, calculó el gobernador Silvano Aureoles Conejo, al reconocer que si se tuviera la capacidad institucional que demandan las leyes, no se requeriría traer a la Marina y al Ejército haciendo esas tareas. Hace unos meses, se evidenció que el estado de fuerza policial de Michoacán se encuentra por debajo de la media nacional, con un 0.6 elementos disponibles por cada 1 mil habitantes, respecto al 0.8 por cada mil habitantes en lo general en el resto de los estados, lo cual ha representado problemas a la hora de la cobertura de seguridad en todo el territorio. En la actualidad, Michoacán opera con poco más de 9 mil elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, lo que evidencia el déficit que se tiene, y que impide que se mantenga totalmente desplegada a la autoridad en las 10 regiones del estado, considerando además las condiciones geográficas que se tienen para atender las necesidades. De frente a la aprobación de la Guardia Nacional, Aureoles Conejo señaló que, si fuera esa la estrategia, desde cuando el Ejército y la Marina habrían resuelto la problemática, pues desde hace años están en las calles haciendo tareas de seguridad pública. “Pensar que, por llevar a la Constitución, se va a resolver el problema, es un error”, atajó. El mandatario apostó por fortalecer a las policías municipales y estatales. Recordó que Felipe Calderón sacó al Ejército Mexicano a las calles para combatir la inseguridad y hoy el actual gobierno, el de Andrés Manuel López Obrador, los mantiene y “les da la responsabilidad de la tarea pública, y también les da la tarea de cuidar el combustible y ahora lo van a poner en la Constitución”. Sugirió que tomen en cuenta lo que han hecho otros países que tienen un avance significativo en seguridad. “Lo hacen con cuerpos al mando de civiles, no con el Ejército, esta es una tendencia al revés, meter al Ejército para tener seguridad pública es de los países menos desarrollados en América y el mundo”.
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