Redacción web / La Voz de Michoacán. Antorcha Campesina es una organización que se preocupa por incentivar a los jóvenes para que practiquen actividades artísticas y culturales que los alejen de los vicios y las adicciones, lo que se constituye como la mejor estrategia para combatir la inseguridad, afirmó el secretario de Gobierno del estado, J. Jesús Reyna García, ante miles de antorchistas reunidos en el estadio de beisbol “Francisco Villa”. El funcionario estatal destacó que esa “es la respuesta que necesitamos de toda la sociedad para superar uno de los fenómenos que más laceran y que más ponen en peligro a las familias y a los ciudadanos de Michoacán y de México, que es la inseguridad”. En presencia del dirigente nacional de la organización Aquiles Córdova Morán y del presidente del Comité Directivo Estatal, Omar Carreón Abud, Reyna García sostuvo que “sólo con estas actividades, sólo con estas actitudes es como podremos combatir de raíz los índices delincuenciales y de inseguridad que se viven en el país y el estado”. Resaltó la contribución del movimiento antorchista para construir un estado más sano, más próspero y más seguro porque se caracteriza por su autenticidad y su congruencia al demandar y exigir mejoras sociales que tienen como propósito final, elevar las condiciones de vida de sus agremiados. Lo anterior, al acudir a los eventos deportivos con motivo de la conmemoración del aniversario de la desaparición física de Wenceslao Victoria Soto, principal dirigente del Movimiento Antorchista en el estado, quien falleciera el 13 de abril de 1991. Wenceslao Victoria, una vez terminados sus estudios como biólogo en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, no se apartó de la lucha social. Como profesor de la preparatoria No.4 “Isaac Arriaga”, dedicó sus modestos ingresos y todo su tiempo libre a organizar a los colonos pobres de la ciudad y a dirigir su lucha por conquistar servicios elementales para una vida digna. En un periodo de 13 años, de 1976 a 1989, logró fundar y organizar 16 colonias en la ciudad de Morelia. Entre los beneficios que lograron cada una de estas colonias fueron: terrenos, escrituración, agua potable, luz, drenaje, preescolar y escuela primaria; lechería, consultorio médico, desayunador, pavimentación de calles, banquetas, guarniciones, y en el caso de la colonia Tierra y Libertad, el inicio de la unidad deportiva que hoy lleva su nombre. Fundó, dirigió y orientó, durante varios años, las Casas del Estudiante Espartaco; dirigió el frente campesino, participó activamente en la Comisión Nacional Popular de la Dirección Nacional Antorchista, responsable de dirigir y supervisar el frente popular a nivel nacional, y por último, participó como en los trabajos de análisis y conducción de la Dirección Nacional.