Jorge Manzo/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Por lo menos un millón de pesos perdió el expresidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar por la clausura a su hotel que ejecutó el gobierno de Raúl Morón Orozco, por supuestas violaciones a reglamentos municipales, misma que el Tribunal de Justicia Administrativa, quien consideró que de no levantar los sellos se estarían violentando sus derechos y garantías. El órgano jurisdiccional dio la razón al expresidente municipal de Morelia al considerar que el establecimiento cuenta con las respectivas licencias de funcionamiento, mismas que se encuentran vigentes. Dieron un plazo de 24 horas a las autoridades municipales para que se cumpliera la medida cautelar, de lo contrario, se procedería legalmente en contra de la autoridad. De acuerdo con información aportada por el exalcalde fueron 12 días los que estuvo clausurado su establecimiento. En ese tiempo se tuvieron que cancelar reservaciones y a sus clientes a cambio los reubicaron a otros espacios. La empresa tuvo que asumir el costo y se tuvo que mantener el salario de la plantilla de trabajadores, por lo que anunció que se procederá legalmente en contra del gobierno de Morón Orozco por los daños colaterales ocasionados, además de la “mala imagen” que se generó tras la suspensión de actividades que fue anunciada por la autoridad municipal. Todo comenzó como una estrategia para retirar a quienes estaban invadiendo la vía pública. A finales de enero, el secretario del Ayuntamiento, Humberto Arroniz, confirmó que entre los infraccionados se encontraban los alcaldes Salvador López Orduña y Alfonso Martínez Alcázar, quienes cuentan con establecimientos comerciales, que según la autoridad, se encontraban en la ilegalidad, pues obstruían banquetas y no contaban con el permiso requerido. Las autoridades negaron que tras esta medida existieran tintes políticos, sin embargo, los propietarios de los espacios procedieron legalmente. “Yo lamento dos de ellos porque fueron presidentes municipales. El caso de Alfonso Martínez y de Chavo López, este último y sus hermanos son dueños del Café Europa y si ustedes caminan por la Madero, van a ver que el Café Europa es el que más invadido tiene y no permite que haya un sendero que se tiene que dejar para que la gente transite, ese ha sido el conflicto fundamental, que de repente cierran completamente el paso”, dijo en su momento el encargado de la política interna municipal. Añadió que los representantes de estos establecimientos recibieron al menos dos llamados de atención que no fueron atendidos, por lo cual se procedió a su clausura, y en específico sobre Casa Madero, propiedad el exalcalde Alfonso Martínez Alcázar, dijo que “es un caso delicado porque tiene una tarima anclada en una zona histórica, y ellos saben perfectamente que no se pueden hacer anclajes en la zona histórica y monumental de la ciudad de Morelia”. En su réplica, Martínez Alcázar tras ganar el fallo ante el órgano jurisdiccional lamentó que el conflicto haya trascendido de estas dimensiones, pues además de las pérdidas y mala imagen que se originó en perjuicio del hotel, éste fue cerrado completamente, a pesar de que el espacio que estaba generando los problemas era la terraza. ADijo que el establecimiento siempre cumplió con las normas que rigen el giro, y ahora las autoridades tendrán que enfrentar los recursos legales que se interpondrán. “Se perdieron reservaciones, el fin de semana pasado fue puente, se tuvo que pagar la nómina de los empleados. En fin”, dijo en la entrevista que concedió el exalcalde, quien figura como uno de los propietarios del negocio. Dijo que en reservaciones se perdieron más de 218 mil pesos por las 13 habitaciones con que cuentan, mientras que él área de restaurante dejó de percibir por lo menos 360 mil pesos, más el salón de eventos que tuvo que suspender cuatro eventos. En estos, se perdieron 160 mil pesos. “Hubo reintegros y penalizaciones, que tuvimos que cubrir por la clausura que enfrentaba el hotel”, sentenció el exalcalde al recalcar que el Hotel Casa Madero está en regla y no causa perjuicio a terceros. A través de sus redes sociales, el exalcalde también “celebró el triunfo legal” al destacar que una orden jurisdiccional demuestra que “no existían los argumentos legales para clausurarlo”, por lo que se dio revés a la medida impuesta por el gobierno de Morón. “Siempre me he conducido en apego a la legalidad y este caso no es la excepción, por ello, espero que las autoridades municipales se ciñan a la normatividad y eviten hacer uso de sus facultades con fines políticos”, expuso Martínez Alcázar al celebrar la medida que ordenó el órgano jurisdiccional.