Javier Favela / La Voz de Michoacán. Morelia, Michoacán. Rafael Villaseñor, jefe del sistema anticorrupción en Michoacán, prometió que el ente público de reciente creación no se convertirá en un elefante blanco, y también aseguró que no va a dedicarse a debilitar al Estado o incendiar a las instituciones públicas. En el campus del Tecnológico de Monterrey, el fiscalizador ciudadano apremió al Congreso del Estado a designar al fiscal y a los magistrados especializados en combate contra la corrupción, así como armonizar las leyes michoacanas de obra pública y de adquisiciones con el nuevo marco jurídico nacional. Luego de ofrecer trabajar sin mezquindad ni cálculos políticos a favor de Michoacán, Villaseñor encontró objeciones y resistencias en la primera sesión pública del comité coordinador (dominada por titulares de las dependencias públicas) para autorizarle una asignación presupuestal de 27.9 millones de pesos durante 2018. Cada uno de los cinco consejeros ganaría 63 mil pesos al mes después de impuestos, mientras que el secretario técnico cobraría 46 mil pesos y el contralor interno, 40 mil al mes, “para quitarnos ese gatopardismo entre los servidores públicos, de que hago como que te pago y haces como que trabajas”, justificó Villaseñor. Ernesto Ramírez Ochoa (moreliano de 40 años de edad, con doctorado por el CIDEM en su ampuloso currículum y quien anteayer renunció a la dirección de normatividad y responsabilidades de la Contraloría del Ejecutivo) rindió protesta este mismo miércoles como secretario técnico del sistema estatal anticorrupción para ejercer la función durante los próximos cinco años. Para más información consulte la edición impresa del 8 de febrero