El Universal / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Los principales índices bursátiles y divisas del mundo finalizaron la semana con pérdidas, afectados por los temores a una desaceleración de la economía global y por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. México no fue ajeno a esta ola de aversión al riesgo. El principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) reportó una pérdida de 2.68% del 9 al 16 de agosto, sólo superado por los mercados de Argentina y Brasil, que cayeron 31.45% y 4.03%, respectivamente. El primero, impactado por una profunda crisis política interna. En el caso de nuestro país, este es el mayor retroceso semanal del Índice de Precios y Cotizaciones desde noviembre de 2018, previo a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, ante el temor por las futuras acciones que podría emprender el nuevo gobierno. En aquel entonces, el mercado se vio afectado por varios factores, como un discurso contra el neoliberalismo que mantuvo el entonces presidente electo, la iniciativa del Partido del Trabajo de desaparecer las Afore, la propuesta de Morena de cancelar concesiones y asignaciones mineras en México, así como las amenazas de Donald Trump de cerrar la frontera con México por la caravana de migrantes que pretendía ingresar a EU. Wall Street cerró una turbulenta semana que el miércoles pasado llevó al Dow Jones a su peor día del año, con el mercado presa de una volatilidad alimentada por una inversión en la curva de los tipos de la deuda que muchos consideran una señal de recesión, es decir, cuando el rendimiento en EU de los bonos de corto plazo (menor a un año) supera al rendimiento de los de largo plazo (10 años). El economista jefe interino del banco Wells Fargo, Jay Bryson, vaticinó que la expansión económica que dura ya 10 años seguirá "al menos hasta finales del próximo [año]", aunque influye en este plazo la "incertidumbre" que generan las tensiones comerciales, las protestas en Hong Kong o el Brexit. Pese a que la jornada del viernes en el parque neoyorquino fue positiva y se recuperó algo de terreno, el índice Dow Jones de Industriales acumuló en la semana un retroceso de 1.53%; el selectivo S&P 500, de 1.03%, y el índice compuesto Nasdaq, de 0.79%. En Europa, el principal indicador de la bolsa londinense terminó la semana con una pérdida de 1.88%; el Dax alemán bajó 1.12%, al igual que el IBEX español, en 1%, y el CAC francés, 0.51%. En Asia, el Nikkei de Tokio y el KOSPI de Seúl en Corea del Sur cerraron con retrocesos de 1.29% y 0.55%, respectivamente. En medio de un creciente temor de una desaceleración global, la mayor demanda por dólares impactó a los mercados cambiarios. El peso mexicano cerró la semana como una de las divisas más depreciadas en la canasta de principales cruces y entre las divisas de economías emergentes, registrando un retroceso de 1.28% o 24.9 centavos, y cotizando alrededor de 19.65 pesos por dólar en los mercados internacionales. Es la quinta semana consecutiva que el peso pierde terreno, acumulando una depreciación de 3.53% desde la segunda mitad de julio. La última vez que el peso perdió durante cinco semanas consecutivas fue entre octubre y noviembre de 2018, cuando se decidió la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. El peso está vulnerable a la especulación por tratarse de una de las divisas latinoamericanas de mayor liquidez, explicó Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de banco Base.