Morelia, Mich.- Con la adquisición de dos nuevos equipos de alta tecnología para el estudio de los peligros geológicos en el estado, además de un escáner laser de reciente obtención, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, apuesta por una topografía de vanguardia, única en su tipo. Lo anterior, lo destacó el profesor del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Tierra (INCIT), Víctor Manuel Hernández Madrigal, quien informó que la máxima casa de estudios del estado recibió un vehículo aéreo no tripulado, también llamado dron, así como una estación robótica; instrumentos de vital importancia en caso de presentarse un sismo o deslave. El investigador nicolaita precisó que la Casa de Hidalgo es de las pocas universidades en el país en contar con un dron (del inglés, abejorro) de tales características. “Se trata de un pequeño avión con piloto automático de cerca de 90 centímetros de envergadura, con una duración de vuelo independiente de 40 minutos sobre un plano previamente establecido, que lleva adosado una cámara infrarroja que nos permite obtener la fotografía aérea de la superficie de estudio”, precisó. Sin embargo, además de que el dron puede conseguir inmediatamente la imagen aérea del sitio, cuenta con un software capaz de obtener la topografía del terreno, es decir, el relieve de la superficie que está en valoración. De ahí, que resulte una herramienta fundamental para conocer el área de afectación, así como determinar los daños causados cuando ocurre una desgracia natural, como podría ser un deslizamiento, o bien un temblor. A través del vehículo aéreo a control remoto, la estación robótica, así como el escáner laser, el doctor Hernández Madrigal, no solo planea analizar algunos cuerpos inestables riesgosos para la población, sino además, “ser un instrumento social para tomar algunas decisiones en casos de desastres, tanto de evacuación como de rescate”. El académico recordó que son varios los puntos críticos de posibles deslaves en la entidad, que ponen en riesgo las viviendas de cientos de familias, e incluso podrían dejar incomunicados a algunos poblados. En la zona oriente, alertó, son cuatro los deslizamientos que están en riesgo: el situado en la comunidad “Las Pilas”, en Zitácuaro, donde habitan cerca de 30 familias y en las que sus viviendas están siendo fracturadas; “La cantera”, ubicado a la entrada de Tuxpan, que de colapsarse, afectaría la carretera federal, taponaría el río y dejaría incomunicado al municipio; otro en Jungapeo, mismo que está en valoración; y el desastre de Angangueo, de 2010, que de haber contado con este equipo, “se habrían tenido muchos avances en la mitigación del riesgo y prevención de desastres”. Por otra parte, se dijo preocupado de la falla geológica de Pajacuarán, que derivado de las fuertes lluvias, el año pasado provocó desprendimiento de rocas en algunas casas habitación; mientras en Morelia, la falla de la Paloma, es un riesgo latente.
La Voz de Michoacán
