Al dar inicio el Reco electrón y Tercer reciclón de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), el Rector José Gerardo Tinoco Ruiz, destacó el papel que los integrantes de la Coordinación Responsable del proyecto para el tratamiento adecuado de los residuos Electrónicos y Eléctricos de la Universidad sigue proporcionando este servicio a la sociedad michoacana, con la finalidad de abatir los índices de contaminación. Por su parte, Evelia Santillán Ferreyra, responsable del proyecto de residuos Electrónicos y Eléctricos de la UMSNH, expresó que el apagón analógico que ya está en puerta, implica una preocupación apremiante de quienes estamos conscientes de la contaminación ambiental que se producirá en el país cuando se desechen millones de televisores analógicos que en promedio, contienen un kilo de monóxido de plomo cada uno, que al exponerse a las inclemencias del clima puede despedir gases o residuos líquidos dañinos para el organismo. Indicó que hasta el momento, no existe en ningún nivel de gobierno un plan específico de manejo residual de estos televisores y el reto es de proporciones mayores, ya que para diciembre del 2015, se habrá completado la transición digital, momento en el que se calcula que se podrían desechar entre 18 y 20 millones de televisores analógicos en México. M.C. Evelia Santillán Ferreyra, Responsable del proyecto de residuos Electrónicos y Eléctricos de la UMSNH, dijo que de acuerdo con la legislación ambiental vigente, los televisores viejos cuando se desechan deben considerarse como un Residuo de Manejo Especial, pero cuando no existe un plan específico para su manejo, se puede originar contaminación por metales pesados, en este caso, la liberación de óxido de plomo. De acuerdo con el cronograma propuesto por la legislación del Programa, este Plan de Manejo debería haber iniciado en mayo de 2014, sin embargo, hasta la fecha no se ha dado a conocer. No contar con un plan para el manejo de los televisores desechados implica que al ser tiradas en basureros comunes, llegarán a manos de quienes las desmantelen y usen lo que pueda ser reciclado y tiren, principalmente el plástico y tubos de rayos catódicos a la intemperie, que son las partes de los televisores con mayor toxicidad. En Michoacán, precisó Evelia Santillán, como en muchos otros estados del país, no existen sitios de disposición final de residuos de este tipo: no tienen la infraestructura, ni la capacidad para recibir y manejar adecuadamente las miles de toneladas de televisores viejos que recibirán en los próximos meses. Con base en el número de televisores que serán sustituidos, se podrían generar hasta 19 mil 615 toneladas de óxido de plomo en este proceso a nivel nacional. Tampoco hay empresas en México que garanticen una alternativa tecnológica viable, ambientalmente sustentable, ni con capacidad suficiente para el manejo de los residuos de plomo en los tubos de las televisiones, y en el caso de que se pudiera identificar una empresa con tecnología adecuada para el tratamiento de este tipo de residuos, el costo por unidad probablemente sería muy alto. Además de que no se ha dado una preparación, capacitación, organización adecuada a personal y autoridades de nivel estatal y municipal para hacer frente a la situación.