Arturo Molina/La Voz de Michoacán Michoacán. Producción ilícita de pirotecnia, negligencia, corrupción y falta de capacitación de las autoridades protección civil se han combinado para generar un ambiente de desconfianza en torno a la producción de fuegos artificiales a nivel nacional, que ya ha afectado a los artesanos de este noble oficio en nuestro estado. Productores artesanales michoacanos de Indaparapeo, destacaron que luego de los accidentes en Tultepec, Estado de México, se ha desencadenado una ola de supervisiones por parte de la federación que los mantienen completamente vigilados. Y es que prácticamente, por los accidentes que generan los polvorines clandestinos, quienes sí cumplen con la ley, son los que terminan pagando los platos rotos. Pese a que los productores michoacanos se encuentran entre los más disciplinados del país, y entre los que menos accidentes registran, la presencia de instalación de polvorines clandestinos tiene las alertas encendidas en todos los estados, por los accidentes que se han generado, principalmente en la población mexiquense. Alberto Monroy Pérez, artesano de Indaparapeo, cuya familia lleva 120 años en el negocio de la pirotecnia advirtió que han tenido que ser los mismos 40 productores debidamente certificados y documentados de permisos quienes han tenido que señalar las irregularidades cuando detectan algún polvorín clandestino, debido a que ante cualquier accidente todos los productores son vinculados al problema por parte de las autoridades. El último accidente registrado en Indaparapeo fue en el año de 1973, desde entonces, la constante vigilancia de los 45 trabajadores que operan los polvorines los ha mantenido lejos de cualquier catástrofe. Monroy Pérez, denunció que lejos de apoyarlos, las autoridades les han entorpecido el trabajo, toda vez que incluso, Protección Civil Municipal en todos los relevos de ayuntamiento suelen mover al personal y con ello, la capacidad de respuesta de su personal. Aseguró que incluso, han notado prácticas de corrupción, en donde por una “mochada”, dejan que se instalen espectáculos de pirotecnia en diferentes partes del estado, cuya procedencia y permisos no pueden ser acreditados. “Las estadísticas te dicen todo. Que vean las estadísticas de Michoacán y las cantidades de accidentes, no debe ser generalizado. Que vean donde son los accidentes para que a nosotros no nos molesten. Nosotros respondemos a la defensa nacional, es la que nos da permiso, Protección Civil tienen otras obligaciones, sí pueden revisar pero no tienen la misma función. Esto son gases, con todos los compuestos que se realizan y con agua no lo van a apagar y es con lo primero que llegan los bomberos”, manifestó. Todos los espacios que busquen emplear el uso de pirotecnia, y tanto entes particulares como privados, deben solicitar documentación a los proveedores que les autorice la venta de los productos, de lo contrario se estará cayendo en una irregularidad al contratar servicios ilícitos de explosivos. Pese al escenario anterior, advirtió que en Michoacán se ha logrado mantener un ambiente seguro en torno a la producción de la pirotecnia, en donde destacó la Feria de Indaparapeo, la cual cada año atrae a más personas. “Me he encontrado el problema de que sienten que ya saben todo, si no le hacen caso al que maneja todo esto. Los mismos bomberos en los decomisos les han pasado accidentes bastante fuertes, nos ha tocado hacer destrucción de decomisos porque nos invitan a que les ayudemos a destruir, nosotros lo hemos hecho. Aquí he dado platicas a grupos de protección civil pero su actuación es en otro sentido, como tomando los derechos militares y no es así”, explicó el artesano. En el caso de Indaparapeo, el polvorín fue ubicado a casi 3 kilómetros de distancia de la cabecera municipal, la cual alberga a miles de personas, lo anterior con el objetivo de cumplir con los requisitos de seguridad que exige la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) para poder operar. La familia Monroy es la que desde hace 5 generaciones mantiene viva la tradición de la pólvora y la pirotecnia viva, a la cual han incluido las mejoras tecnológicas de ultima edición, como el control de explosiones vía GPS, uso de computadora y sincronía con música. Existe una gran demanda de productos pirotécnicos, debido a que prácticamente se usan para todos los festejos; tanto fiestas civiles, como eventos religiosos, cívicos, recreativos y culturales, los cuales son una actividad atractiva para los productores ilícitos. Alberto Monroy Jr. Quien se ha encargado de traer las mejoras tecnológicas y no quedarse fuera de competencia a nivel nacional e internacional, aseguró que los accidentes generados por pirotécnicos sin permisos, así como la negligencia con la que trabajan en otros mercados ha terminado por ensuciar el arte que trabaja su familia desde hace 100 años. Incluso, advirtió que los productores de pirotecnia en Michoacán han detectado que las autoridades de Protección Civil de los municipios carecen de conocimientos básicos en torno al manejo de contingencias en los polvorines, debido a que en muchos de los casos, los bomberos llegan a los incendios lanzando grandes cantidades de agua, lo cual en combinación con la pólvora y otros químicos volátiles que emplean, podría generar explosiones de mayor intensidad. “Nos afecta porque es tener a los militares, a los policías a los bomberos y a los medios de comunicación encima de nosotros. De repente protección civil no nos quiere dejar trabajar, y los únicos que nos pueden prohibir trabajar son SEDENA, porque para eso tengo mi permiso. Protección Civil está para apoyar, evitar accidentes. No se toman en cuenta el papel que le corresponde a cada autoridad”, explicó.
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