Héctor Jiménez/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Mientras continúa creciendo la presencia de sexoservidoras en zonas visibles y no visibles de Morelia, a la par que asociaciones protectoras en esta materia consideran urgente que se tomen acciones en el asunto, autoridades municipales informaron que buscarán regular esta actividad. Y es que pese a diferentes medidas y protocolos, el llamado oficio más antiguo oficio tiene lugar a simple vista en lugares como la Plaza Carrillo y “El triangulito” por la Harinera, a muy temprana hora, además de que ya hay otros puntos en la ciudad como Lomas del Valle, la colonia Adolfo López Mateos, la Félix Ireta, Prados Verdes y la salida a Quiroga donde grupos pequeños de mujeres ofrecen sus servicios. Es decir, el número de zonas con personas dedicadas a la prostitución ha aumentado en los últimos años, sin que existan políticas públicas ni claras ni precisas para abordar el tema. En entrevista exclusiva con La Voz de Michoacán, la directora del Instituto de la Mujer Moreliana (IMUMO), María Concepción Torres Zaragoza, señaló que este es un fenómeno que requiere atención inicialmente desde el punto de vista de la salud pública, y la postura del nuevo gobierno municipal será acercarse las trabajadores sexuales y a las agrupaciones que las representan para conocer sus necesidades. “Tenemos que tener claro que hay que regularlo, hay que acercarnos a los grupos, a estas mujeres, hablar con ellas, regularlo, estar al pendiente de que estén preparadas para que su salud física no se esté afectando y no afecten en su ejercicio de trabajo a otros u otras”, expuso la funcionaria municipal, haciendo hincapié en respetar y salvaguardar los derechos de las mujeres en e este tema, lo mismo que abatir cualquier tipo de violencia que las aceche. Y ahondó: “Fundamentalmente tenemos que acércanos a ellas. Hasta ahora lo tenemos en el plan, para conocer sus necesidades, conocer sus planteamientos y conocer la problemática que enfrentan y, a partir de escucharlas, plantear nuestras alternativas con ellas”. A reserva de que las trabajadoras sexuales les expongan por sí mismas sus necesidades, la directora del IMUMO previó que se les puedan ofrecer incluso capacitaciones y créditos para que puedan acceder a otras formas de empleo si es que así lo buscan. “Son sexoservidoras y es una forma de ganarse la vida”, pero, “es un ámbito en el que seguramente muchas son obligadas o abusadas, o están viviendo violencia. Hay que ver y hacer un diagnóstico”, adelantó la funcionaria. Las vigilaba desde una camioneta La Plaza Carillo del Centro Histórico de Morelia es uno de los puntos donde se pueden encontrar a casi toda hora del día a mujeres en espera de trabajo. Visten jeans ajustados y, cuando pega fuerte el sol, se cubren con una sombrilla. Es uno de los puntos más evidentes de presencia de sexoservidoras en la ciudad. De acuerdo con el activista Raúl Martínez, representante de la asociación Michoacán es Diversidad, hasta hace apenas un par de años se detectó que en este punto había mujeres que ofrecían servicios sexuales en contra de su voluntad. “En Plaza Carrillo había unas chicas que se ponían y las cuidaba una camioneta, y eso evidentemente era trata, porque pudimos hablar con una de ellas y nos decía que estaba obligada a estar ahí y que a ellas las traían de Querétaro. Fue en 2016”, precisó, “Dejamos de ver a las chicas, luego volvió a regresar y cuando intentamos abordarlas ya no nos lo permitió”. Sin embargo, Raúl Martínez, consideró que la posibilidad de que detrás de las trabajadoras exista una red criminal ha sido usada como un “pretexto” para que las autoridades no tomen acciones sobre las zonas de trabajadoras sexuales en la ciudad. “El tema de la trata es un delito federal, el Ayuntamiento tendría la facultad de hacer las denuncias, el asunto está en que no quiere entrarle y el pretexto más cómodo es echarle la culpa al crimen organizado”, acotó. Vacío del gobierno generó autorregulación De acuerdo con el representante de Michoacán es Diversidad, el vacío de regulación que han dejado los gobiernos durante años ha llevado a que las trabajadoras sexuales se autorregulen, pues actualmente hay tres organizaciones plenamente conformadas y que siguen un reglamento que incluye desde las zonas y horarios de trabajo, hasta sus formas de autoprotección. “Habla del tipo de vestimenta que pueden usar y a partir de qué horario. Entonces, eso está en un reglamento y ellas lo tienen. Incluso ellas tienen sanciones para quien no cumpla el reglamento. Ejemplo: si una chica genera un pleito, le sancionan con días de no salir a trabajar. Entre ellas ponen guardias para cuidarse. Si una de ellas no cumple, le ponen una pequeña multa”, explicó el activista. “Tarascas en Búsqueda de la Libertad”, ubicadas en la avenida Nocupetaro; “Monarcas”; ubicadas en la calle Eduardo Ruiz, y “Mujeres Trans Valladolid”, en la Plaza Carillo hacia Eduardo Ruiz, son las principales organizaciones de trabajadora sexuales y algunas de las cuales tienen hasta más de 15 años en activo, enumeró el activista. Cuestionado sobre las necesidades que pudieran presentar las trabajadoras sexuales en caso de que su actividad fuera regularizada, respondió que se trata de requerimientos muy diversos en torno a la salud, porque hay algunas que han estado en activo desde hace 30 años y presentan cáncer por haberse practicado operaciones como inyección de aceites para aumentar el busto. En cambio, agregó, actualmente las trabajadores más jóvenes optan por no salir a la calles todos los días. Una necesidad en común, precisó, sería el que pudieran contar con los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).