Christian Fuentes / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En ocho días concluye la administración de Alfonso Martínez al frente del gobierno municipal de Morelia. El primero de septiembre asumirá Raúl Morón, quien lo derrotó en las urnas el primero de julio. Los retos son enormes para el próximo gobierno, puesto que se enumeran una serie de pendientes que la sociedad urge que se cumplan a cabalidad. https://youtu.be/_Jllh4pl9RQ La inseguridad sigue convirtiéndose en el dolor de cabeza, y lo será para las próximas autoridades. La incidencia de robos y homicidios sigue colocando a Morelia a la cabeza en el estado, que cabe decir que naturalmente así es por la cantidad de población, sin embargo, en la ciudad no se ha logrado cuajar la coordinación entre los tres ordenes de gobierno. En Morelia se concentran los tres poderes del estado y hay representación de sus corporaciones, sin embargo, eso no inhibe. No obstante la próxima administración ha decidido no firmar el Mando Unificado. No se tiene claridad sobre el destino que tendrá la estrategia de seguridad y tampoco se han dado señales de cuáles serán las acciones que se desplegarán para atacar los delitos de alto impacto que mantienen asolada a la sociedad. Los elementos policiales siguen siendo insuficientes para el tamaño de Morelia que rebasa los 900 mil habitantes. Se estiman por lo menos 900 policías en funciones. Pero otro de los “talones de Aquiles” que tendrá que atender de inmediato el gobierno de Morón es la infraestructura rebasada y en pésimas condiciones en que se encuentran las vialidades. Los baches prácticamente están en toda la ciudad aunque hay puntos en donde de plano es intransitable. En este tema, la autoridad prácticamente ha sido omisa y además ha dejado que el problema crezca. A días de que dejen sus responsabilidades, ciudadanos perciben que se ha tirado la toalla, y no hay ni jornadas de bacheo y los vecinos afectados han tenido que entrarle al quite. Por lo menos, visiblemente son dos retos los que tendrá el gobierno municipal entrante y que no se lograrán atender de la noche a la mañana.