Arturo Molina / La Voz de Michoacán En 2017 la Procuraduría Ambiental de Michoacán (PROAM) ha iniciado 23 expedientes en contra de constructoras por irregularidades, falta de permisos y dictámenes de impacto ambiental en la edificación de fraccionamientos, principalmente en Morelia y los núcleos urbanos al interior de esta entidad federativa. El crecimiento demográfico de las grandes ciudades de Michoacán se ha realizado de manera desproporcional y sin consideración de los recursos naturales, los servicios básicos e incluso, desconociendo las implicaciones de construir en zonas que no han actualizado los atlas de riesgos. Morelia, Apatzingán, Zamora, Uruapan, Zitácuaro y Lázaro Cárdenas son las ciudades que han visto disminuir gradualmente sus zonas de reservas naturales ante el crecimiento de los complejos habitacionales por el cambio de uso de suelo en detrimento de las afectaciones que genera el impacto ambiental. Otra de la problemática que enfrentan el crecimiento desordenado, es respecto a los servicios de auxilio, seguridad pública y de salud; distribución de agua potable, drenajes adecuados, recolección de basura y residuos sólidos; la complicación en las vías de acceso y movilidad que presenta cada asentamiento al carecer de la planeación adecuada. Solo en Morelia, capital de la entidad, se ha registrado un aumento de la construcción de fraccionamientos en el orden del 42.6%, tendencia que inició en los años ochenta del siglo pasado y que ha aumentado significativamente la densidad poblacional. Para más información consulte la edición impresa del 27 de noviembre