[flagallery gid=498 name=Gallery] Enviado. Homero Lemus / La Voz de Michoacán. (Imagenes Enrique Castro) Huandacareo, Mich.- "Quizá no es como la playa, pero una buena mojada si nos venimos a dar", dijo una señora. Calor, agua, bebidas y una ocupación al 100 por ciento fueron los momentos que vivieron miles de turistas que se abarrotaron los balnearios de Huandacareo. En el Vista Bella, michoacanos y guanajuatenses llenaron las albercas mismas que se convirtieron en lo que dijo una señora es "un caldo humano". Los paseantes en el lugar al son de la música de banda y de la animación tuvieron un rato de esparcimiento. En un ambiente familiar, pero con los clásicos bikinis, cervezas, refrescos y lentes oscuros llenaron el sitio que desde hace un par de días registraba una afluencia del 100 por ciento en la ocupación hotelera. Las carnes asadas, ceviches, y el festejo del Sábado de Gloria fue al mázimo. Niños, jóvenes, adultos, ancianos, recién casados y festejando cumpleaños eran el motivo para aventarse un buen chapuzón. Como es clásico en cada año los visitantes disfrutan de un día de descanso en compañía de su familias. La emoción entre los asistentes llegó al grado de que el pequeño Alexander se extravió lo que ocasionó que fuera voceado en tanto sus familiares llegaron por él. La seguridad en los espacios estaba garantizada al haber un Operativo especial por parte de la Policía Estatal. Inundado de salvavidas, niños corriendo de un lado a otro, incluso algunos aún en brazos de sus padres, los menores se divertían con todo lo que podían. Era el balneario Agua Caliente. Uno de los más tradicionales y en el que abundaban los menores. De las bocas de los dragones, resbaladillas y cualquier tipo de figura era la diversión en los toboganes. Los clásicos pitufos eran el espacio donde muchos se tomaban fotos "pal Face" decían. En tanto los vendedores de cerveza, agua, refrescos y todo tipo de fritangas eran abarrotados por los visitantes. Sin embargo en su mayoría llevaban consigo sus alimentos guarados en hieleras, las cuales en algunos casos eran recargadas en las tiendas de la población. "Las chelas no pueden faltar", dijo uno de los jóvenes que con sus amigos compartía la mañana en el centro recreativo. Los norteñitos hacían su agosto en pleno marzo. "De a tres canciones por 100 pesos y le damos el pilón", era la tónica de los hombres con texana y botas en una temperatura que superaba los 30 grados centígrados. Pollos en su apogeo En el Balneario Selva Maya los visitantes eran menos, sin embargo ruidosos. Allí "Pollos El Porky" aglutinaba una fila de más de 30 personas que acabaron con los alimentos en menos de una hora. Protección Civil municipal, en tanto, también desplegó un operativo discretopor los alrededores del lugar. Los salvavidas no tuvieron mayor trabajo, esto al vigilar que se siguieran las normas de seguridad y evitar cualquier tipo de incidente. Diversión en el agua En "El Edén", cientos de personas también llenaron el lugar, los estacionamientos estaban a su máxima capacidad. En el lugar los niños esperaban la caída de un balde de agua que se recargaba cada 5 minutos, en ese momento aprovechan el agua para bajar unos pequeños por el tobogán. La diversión no cesa mientras cae la tarde, las cervezas, los “bolis”, los Bon Ice, diablitos, nieve, paletas, siguen apareciendo mientras cae el Sol a plomo, no todos descansan en este día, unos trabajan, los “viene, viene” también están por doquier. Mientras cae la tarde la gente va saliendo poco a poco y los distintos rumbos quedan a cada familia. Imagen contrastante A diferencia de los que al menos tienen para poder entrar a uno de los balnearios cuyos precios iban de los 80 a los 120 pesos. En lo que queda del Lago de Cuitzeo tres menores caminan entre el lodo y fango de lo que un día tuvo metros de profundidad. Tomados de la mano, tres pequeños avanzan dejando huellas de sus pequeños pies en el lodo, sin tener para algo más se divierten llenos de fango en lo que atrás fue un espacio de belleza incomparable.