Verónica Torres / La Voz de Michoacán. Dos veces al año, a las 2 de la madrugada, en muchos países del hemisferio norte se adelante o atrasa la hora oficial. El motivo no es otro que aprovechar las horas de luz solar y conseguir, de esta manera, un ahorro energético por reducirse la necesidad de iluminación artificial. Sin embargo, algunos afirman que el cambio de horario en una hora influye negativamente en su humor y estado de ánimo, a su reloj corporal y, en general, a su salud. Son personas que refieren cambios en sus patrones de sueño-vigilia y alteraciones transitorias en su bienestar, con la aparición de distimia o estado de ánimo deprimido, somnolencia, astenia, irritabilidad, nerviosismo, cefaleas y dificultades para mantener la atención y la concentración, e incluso hay personas que presentan molestias digistivas. Asimismo, fatiga, estrés, cansancio, insomnio, aumento de peso y, hasta posibles accidentes por la distracción son algunas consecuencias del ajuste de horario de verano, el cual entró en vigor a partir de hoy. Pero estas alteraciones sólo se llegan a presentar durante 2 semanas, en lo que el cuerpo y el reloj biológico del ser humano se acostumbra, informó el coordinador de Atención a la Salud de la Infancia y Adolescencia de la Secretaría de Salud (SSM), Cirilo Pineda Tapia. Manifestó que durante el ajuste de tiempo, los más afectados son los ancianos, jóvenes y las personas que se acuestan más tarde y no suelen madrugar. El horario de verano se implementó en México desde 1996, medida que cada año genera comentarios en contra y a favor, por los presuntos cambios fisiológicos que provoca. Aunque, enfatizó que en general, los seres humanos tienen una capacidad extraordinaria de adaptación, por lo que el cambio de tiempo afecta en menor o mayor medida a los jóvenes y ancianos, como también a lass personas que cuentan con una actividad como el trabajo. “Los seres están acostumbrados a tener funciones, ya sea dormidos o activos, pero cuando se cambia el ritmo de horario, se altera el sueño”, dijo.