Morelia, Mich.- La condición de “indocumentados” de los migrantes mexicanos y centroamericanos parece ser en la actualidad una condición de privación de muchos de sus derechos como seres humanos, señaló el obispo de la diócesis de Saltillo, Coahuila, Fray Raúl Vera López, durante el acto conmemorativo del Día del Migrante Michoacano. Raúl Vera, quien fue nominado en 2012 y 2013 al Premio Nobel de la Paz por su activismo en defensa de los migrantes, manifestó que las políticas comerciales y económicas actuales vulneran y obligan a las personas a migrar en busca de mejorar sus condiciones de vida; es decir, se vive el fenómeno de la migración forzada, y con ello una serie de violaciones a los derechos inherentes a cualquier ser humano, independientemente del territorio en que se encuentre, por lo que subrayó que los Estados deben impulsar reformas estructurales para preservar las garantías de los migrantes. El secretario de Gobierno, Jaime Darío Oseguera, subrayó que “lo que quiere el gobierno, y ese es el mensaje que me pide les transmita el gobernador Salvador Jara, es entender el fenómeno migratorio en sus múltiples dimensiones, y eso nos lleva a tener muy claro que las voces de ustedes –migrantes- nos tienen que ayudar para construir políticas públicas que atiendan ambas visiones: los casos de éxito y que exija el respeto al derecho de los michoacanos donde quiera que se encuentren”. Al encabezar la celebración del Día del Migrante Michoacano en representación del gobernador, el encargado de la política interna reconoció el papel que juegan los connacionales en el desarrollo de la entidad, ya que con las remesas que año con año envían, se acerca bienestar a las comunidades con servicios públicos y proyectos productivos; “sabemos que hay regiones completas que no podrían entenderse en su actividad económica si no fuera con las remesas de los migrantes”, recalcó. En el marco de esta celebración se entregó un reconocimiento a quien se erigió como uno de los primeros michoacanos empresarios de éxito en los Estados Unidos, se trata de Rolando Herrera González, dueño de la empresa vinícola “Mi sueño”, una de las más reconocidas en el Valle de Napa, en California, Estados Unidos. Rolando contó su experiencia de vida en el vecino país del norte, donde comenzó a laborar como lavaplatos a los 15 años, para después, ocupar uno de los mejores puestos en una empresa de vinos, hasta fundar junto con su esposa Lorena, su propia marca. Dijo a los presentes que su mayor orgullo ha sido demostrar que los mexicanos y michoacanos sabemos hacer bien las cosas. En tanto que Rigoberto Castillo, representante del Consejo de Asociaciones de Michoacanos en América, que hoy aglutina a 10 federaciones de connacionales, destacó que actualmente, para todo migrante en los Estados Unidos, el trabajo de los migrantes michoacanos es un ejemplo a seguir, no sólo por casos de éxito como el de Rolando, sino también por la capacidad de organización que han demostrado. También reconoció que el Gobierno de Michoacán, a través de la Secretaría del Migrante, ha mantenido las puertas abiertas para los paisanos y sus familias; para escuchar sus ideas y propuestas.