Héctor Jímenez/La Voz de Michoacán Fue domicilio particular de personajes históricos, lugar de fiestas y reuniones de época, alojamiento del Emperador Maximiliano de Habsburgo, sede de la rectoría de la Universidad Michoacana, colegio de niñas y finalmente se convirtió en el Museo Regional Michoacano, ahora está cerca de cumplir 133 años desde su fundación, es el más antiguo dentro de la red del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Ubicado sobre la calle Allende del centro histórico moreliano, en contraesquina de la Plaza de Armas de la ciudad, el museo regional es uno de los sitios de interés turístico más accesible para lo visitantes. El inmueble de fachada de tipo vallisoletana data del siglo XVIII y pertenecía al comerciante y político Isidro Huarte. Una de las hijas de este personaje se casaría con otro hombre conocido de la época: Agustín de Iturbide. Según información histórica del museo, ya en 1851 la edificación pasó a manos de Manuel María Malo, miembro de una familia de importante poder económico en la época. Su esposa, Francisca Román de Malo, fue dama de honor de la emperatriz Carlota, por lo cual durante su visita a la ciudad en 1864, el Emperador Maximiliano de Habsburgo se hospedó en dicho inmueble. Los anteriores, fueron los últimos años antes de que el edificio pasara a las manos del estado en 1876. Posteriormente, en 1888, se convirtió en la sede de un colegio de niños y permaneció bajo este uso la entrada del nuevo siglo y hasta 1915. A la par, el museo regional había sido fundado de forma oficial el 30 de enero de 1886 y tuvo diferentes sedes como el palacio de gobierno y la así llamada “casa de cristal”. Finalmente, en septiembre de 1915 ambas historias coincidieron y el museo fue instalado de forma definitiva en el número 305 de la calle Allende. “Nuestros orígenes son universitarios, el origen del museo es la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, a través del gabinete de historia natural con el doctor Nicolás León. Es ese el nombre completo del museo, Museo Regional Michoacano “Doctor Nicolás León Calderón”, él fue un personaje originario de lo que hoy es Quiroga, al cual se le considera el padre de la antropología mexicana”, explica el director del museo, Jaime Reyes Monroy, en entrevista para La Voz de Michoacán. Debido a su cercanía con la Catedral de Morelia, la Plaza de Armas y el Palacio Municipal, el museo es de fácil acceso para morelianos y visitantes, en tanto que dentro de sus paredes se encuentran importantes elementos como el mural conocido como “El traslado de las monjas” que data del siglo XVIII, así como “Los defensores de la integridad Nacional”, firmado en 1951 por el maestro michoacano Alfredo Zalce y una serie de esculturas neoclásicas que originalmente formaron parte del monumento a Melchor Ocampo en el centro de la ciudad. “El traslado de las monjas” es considerada una pieza histórica sumamente importante porque su origen data de 1976 y porque en ella se refleja un hecho clave de la época, cuando las monjas dominicas salieron a la calle por primera vez en su vida para dirigirse al edificio que sería su nuevo claustro. Por otra parte, el mural de Zalce radica por el papel que el maestro nacido en Pátzcuaro jugó como representante michoacano del movimiento del muralismo mexicano. Uno de los elementos que más llama a la atención en el patio central del inmueble son las cuatro esculturas que dominan los pasillos superiores. Éstas datan aproximadamente de 1972 y fueron traídas desde Europa para formar parte del monumento de Melchor Ocampo que se ubicaba en el centro histórico y hoy ha desparecido. Las cuatro piezas son alegorías que representan virtudes de Ocampo. Expertos coinciden en que una es la sabiduría, otra la historia y otra la industria. Pero la cuarta escultura presenta las manos rotas y no se sabe con exactitud su significado… pudiera ser el comercio o las leyes. Las anteriores son solo algunas de las piezas clave dentro de este museo ubicado en la capital michoacana y que es un referente a nivel nacional. “El 30 de enero vamos a tener la celebración del 133 aniversario. Es más antiguo que la universidad, y más antiguo que el INAH, que va a cumplir 80 años en febrero”, explica Reyes Monroy. De acuerdo con el director, después de las recientes restauraciones que se aplicaron, el museo no presenta necesidades importantes de cara a su 133 aniversario pues “se restauró un edificio, se metieron drenes para disminuir la humedad y tener mejor conservación, se cambió iluminación general y museográfica, acabamos de abrir el archivo histórico y rehabilitamos la biblioteca”, dijo el representante. Jaime Reyes detalló que el año pasado se registraron 30 mil visitas al museo, es decir, cerca de un promedio de dos mil 500 al mes, en tanto que en este 2019 se busca superar esta cifra debido a los trabajos de restauración y la ampliación de la oferta que ofrece el museo.