Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A menos de un año de que fue concluida la primera etapa de la ciclopista Morelia-Pátzcuaro, los tramos que comprenden de la tenencia Morelos hasta la Presa de Cointzio presentan problemas por la falta de limpieza, encharcamientos, lodazales e incluso la invasión por automovilistas en la importante vialidad. La ciclopista, construida por el gobierno del estado a finales de 2016, no ha cumplido con uno de sus principales objetivos: ser un importante mecanismo de movilidad para la población de la tenencia, las comunidades rurales e incluso cientos de estudiantes que la usan como una alternativa para transitar económicamente. También es usada por peatones pertenecientes a las comunidades del sur de Morelia. A través de un recorrido, La Voz de Michoacán conoció cómo el paso de los meses ha cobrado sus primeras facturas a la construcción que fue inaugurada hace no más de 5 meses por el propio gobernador del estado.