Habitantes de los fraccionamientos Real Universidad y Tulipanes, retaron públicamente al empresario que construye una gasolinera en el acceso del primer desarrollo habitacional citado, para medir la distancia que hay entre el pretendido negocio y el terreno de la UMSNH, y comprobar que no existen siquiera los 50 metros que marca el reglamento municipal para el establecimiento de una estación de servicio y un centro de concentración masiva. La propuesta fue generada durante un debate que se transmitió en el noticiero de radio “Palabra”; sin embargo, Julio Naranjo Ruiz, quien es residente de la obra, y Mauricio Cruz Alvarado, actual representante jurídico del dueño (Gilberto Rivera), no aceptaron el reto, al argumentar que serán los tribunales federales los que tomen última palabra y que además tienen todos los permisos que se requieren en regla. El encuentro -donde por parte de los colonos participaron José Dino Gil, Christian Escobar y José Luis Montañez Espinosa- se generó luego del incidente que se suscitó la madrugada del pasado sábado, donde dos camiones de volteo dejaron sobre el camellón de la avenida Villa Universidad -que se mantiene bloqueada desde hace 20 días- una carga de arena, acusando que los manifestantes habían corrido a los trabajadores con palos y machetes. En el debate, los colonos señalaron que los permisos que expidió el Ayuntamiento de Morelia se dieron al margen de la Ley y que con ello se demuestra que se antepuso el interés particular al interés social, además de que se vulneran derechos fundamentales de los vecinos que están establecidos en la propia Constitución Política. Ademas, expusieron sus sospechas de que usaron el nepotismo para lograr que las autoridades facilitarán los permisos que se necesitan, pues reiteraron que existen menos de 25 metros de distancia entre Ciudad Universitaria y el lugar donde pretenden instalar la estación de servicio. Manifestaron que de concretarse la construcción de la gasolinera se perderían más empleos de los que se podrían generar, ya que parte de las 600 familias que viven en Real Universidad cambiarían de residencia, y por lo tanto, no continuarían pagando a jardineros, vigilantes o personal de servicio doméstico. Por ello, los habitantes de los fraccionamientos lanzaron públicamente el reto d medir nuevamente las distancias entre la gasolinera y las instalaciones de la Universidad Michoacana y de la estancia infantil, para corroborar ante notario público, dónde se cumple con los metros que para el establecimiento de una estación de servicio se requieren entre la construcción y los centros de concentración masiva. De igual forma, propusieron que se elaborara una consulta al interior de los fraccionamiento, con el propósito de conocer si existe consenso entre los vecinos; sin embargo, de acuerdo con los manifestantes, los representantes del empresario tampoco aceptaron. En contraparte, los representantes del dueño de dicho expendio de combustible, manifestaron que continuarán con el procedimiento jurídico que los propios habitantes iniciaron para conseguir la suspensión definitiva de los trabajos de construcción. Los vecinos aprovecharon la oportunidad para reclamar que el verdadero dueño de la gasolinera, Gilberto Rivera, quién es el actual director del Registro Público de la Propiedad, nunca ha dado la cara a los vecinos, sino que siempre ha mandado representantes como al residente de obra Julio Naranjo y a su representante legal, Mauricio Cruz.