Héctor Tapia/ La Voz de Michoacán. Morelia, Michoacán.- El 2016 no fue un año sencillo financieramente. Es el primero en que de forma plena la actual administración estatal programó el presupuesto, una vez que asumió el cargo, y ahora con la volatilidad financiera provocada por el triunfo de Donald Trump en el proceso electoral de Estados Unidos que ha arrastrado al peso, el cierre del presente ejercicio fiscal no será terso, y tampoco el 2017 será un año fácil. Esto lo reconoció el gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo durante el encuentro con presidentas del DIF, ahí detalló que la mencionada volatilidad hizo que se dieran dos incrementos a las tasas de intereses sobre la deuda, una vez definida la presidencia de Estados Unidos, hace apenas poco más de 2 semanas. Cada uno de estos incrementos que se dieron, refirió el mandatario, se estima en alrededor de 300 millones de pesos; es decir, incrementó 600 millones de pesos la deuda con las instituciones bancarias. Esto es adicional a otro aspecto que preocupa al gobierno, considerado como un “foco rojo”, y que es el endurecimiento de la política migratoria que emprenderá el presidente electo de Estados Unidos y que implicaría la deportación y repatriación de un número indeterminado de connacionales que están en ese país. Para más información consulta la edición impresa de La Voz de Michoacán del 23 de noviembre de 2016.