Jorge Manzo/La Voz de Michoacán La violencia en Morelia es provocada por la pugna territorial entre tres bandas delincuenciales plenamente identificadas por la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado. El panorama en la entidad es mayor, pues se tiene la presencia de cuatro grupos, a los que se les responsabiliza de los asesinatos múltiples. Son el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Viagra, Templarios Nueva Generación y Generación Morelia. Israel Patrón Reyes, el jefe de la seguridad de la entidad, habló para La Voz de Michoacán. Describió que los municipios en donde se acentúa esa pugna territorial por el control del narcomenudeo, entre otros negocios, son Morelia, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Apatzingán, Zamora y Jiquilpan, aunque no son los únicos. Hasta ahora, afirma que no hay hegemonía de ningún cártel. Llamó a la sociedad a cerrarle el paso a la venta de narcóticos. En el marco del Día Internacional de la Paz, y frente a la ola de asesinatos, aconsejó analizar los números que están dados de alta ante el Sistema Nacional de Seguridad Pública en donde se coloca a Michoacán como la entidad 21 en incidencia delictiva. Es decir, explicó, hay 20 estados más violentos que el nuestro, y aunque dijo que no es motivo de celebración, reconoció que uno de los pendientes es trabajar en la percepción ciudadana. Agosto ha sido el mes más sangriento del 2019. La Fiscalía abrió 160 carpetas de investigación por homicidios dolosos, es decir, 33 más que en julio y 16 más que en junio cuando se vivió la primera crisis del año. De los asesinatos reportados el mes pasado 121 fueron consumados con arma de fuego. En lo que va del año van 969 muertes violentas, es decir 124 más que en 2018. En contraste, en los primeros ocho meses del año van 1,127 delitos menos que el pasado. En otras palabras, sí ha habido menos delitos denunciados ante el ministerio público, aunque la cantidad de homicidios ha provocado que el clima de inseguridad se perciba con mayor rudeza, derivado de que la marca del crimen ha sido dejar cuerpos apilados o destazados, provocando un escenario de terror. Han sido días seguidos que así amanece el estado. La Secretaría de Seguridad Pública considera que, en siete delitos de alto impacto, en Morelia el reto se tiene en homicidios, pues en los otros seis han ido a la baja. Se trata de secuestro, extorsión, así como los robos a casa habitación, vehículos, personas y comercios. “Estos delitos se han contenido durante los últimos tres años”, resaltó Israel Patrón Reyes, tras acusar que gran parte de los homicidios dolosos que se han consumado en la entidad están vinculados con el conflicto que tienen los grupos delincuenciales. Israel Patrón Reyes, excoordinador de fiscalías del estado, confesó que los grupos que intentan controlar a la capital del estado son el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Viagra, así como la escisión de los Caballeros Templarios y Viagra, quienes se identifican como Generación Morelia. Sin tratar de reconocerlos, mencionó que se tienen esos nombres, tras las cartulinas que dejan en las escenas del crimen. Negó que haya un cártel hegemónico en Morelia y en Michoacán. Aconsejó a la sociedad a cerrarle el paso a los vendedores y distribuidores de narcóticos, pues afirmó que mientras exista la demanda seguirá ese negocio. Lamentó que a pesar de los esfuerzos que se hacen para asegurar a vendedores y distribuidores, las drogas son solicitadas en el mercado, lo que está provocando un conflicto entre células delincuenciales por su venta. “Por ejemplo, en un restaurante si no venden, lo cierran de inmediato. Eso mismo debería existir con el narcomenudeo”, dijo Patrón Reyes. Tan sólo en agosto se abrieron 166 carpetas de investigación por este delito. En lo que va del año están iniciadas mil 605 indagatorias, mientras que en 2018 se reportaron poco más de 2 mil 200, por lo que seguir con la tendencia se podrían superar los casos averiguados por la Fiscalía General. A la par, especialistas advierten que el narcomenudeo es la causa de la violencia. Ahora no sólo intentan coptar a los policías municipales, sino que se están abriendo más “narcotienditas”, y esto extiende la red de operación de las bandas delictivas. El control de este negocio que deja importantes dividendos para las estructuras financieras.