Valentina Ramírez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Cuando la periodista de género Sara Lovera estaba comenzando su carrera, se encontró con la maestra y sufragista Adelina Zendejas, quien lo primero que le dijo fue “¿Vienes a contar sólo lo de los hombres?” Para Lovera este fue el inició de una carrera dedicada a buscar la versión de aquellas que suelen ser ignoradas por la sociedad machista, pues vivimos en un país dónde el sexismo se expresa de muchas maneras: incluyendo el protagonismo de los hombres al hablar de las experiencias de las mismas mujeres. Hace un par de años, cuando Jenaro Villamil se posicionó al frente de una marcha que protestaba por el asesinato de Mara Castilla en la Ciudad de México, recibió fuertes críticas, pues la convocatoria a la marcha había solicitado que los varones se alejasen del frente de los contingentes. Aunque la actitud de las mujeres también fue criticada y Villamil argumentó que su presencia en el frente de la manifestación era como reportero, muchas de las asistentes a la manifestación defendieron el acto de sacarlo del centro. Muchas señalaron que apreciaban el apoyo, pero que en un evento convocado para exigir justicia y respeto por las mujeres, consideraban injusto que no se respetase algo que habían buscado explícitamente. La marcha en febrero El miércoles 20 de febrero se llevó a cabo una marcha en Morelia, una ciudad que tiene una latente pero sutil comunidad de activistas de género. La marcha fue convocada a través de redes sociales, dónde dos eventos de Facebook distintos invitaban a mujeres a protestar en contra de la violencia y los feminicidios, los dos en la misma fecha, pero a distinta hora. A pesar de la discrepancia, el evento pudo fluir, ya que los organizadores acordaron unir las dos convocatorias, así que docenas de mujeres y algunos hombres se reunieron en la Calzada San Diego, con pancartas con mensajes de protesta, y vestidas de colores relacionados con el feminismo, las protestas contra el feminicidio, y la exigencia de justicia: morado, rosa y blanco. Justo antes de que comenzase la marcha, uno de los organizadores, Netzahuacoyotl Alanis Luna, fue quien principalmente tomó la palabra, determinando la ruta que tomarían. La marcha comenzó alrededor de las 17:10 y con apoyo de peritos se movilizó sobre un carril de la avenida madero, dónde se pudieron escuchar con potencia los gritos de las consignas a favor de los derechos de las mujeres y en contra de la violencia que enfrentan día a día. La marcha se movió sobre madero, hasta llegar en frente de Catedral, dónde se gritaron algunas consignas más. Se llamó por justicia para las mujeres violadas y asesinadas, y en medio de esto surgieron algunas consignas a favor de la despenalización del aborto, que llamaban por justicia para las mujeres muertas en abortos mal realizados. Finalmente, la movilización llegó a plaza de armas, dónde los tres principales organizadores, entre los cuales se encontraba Alanis Luna, los otros dos organizadores eran un hombre y una mujer, agradecieron la asistencia de las mujeres y los medios de comunicación. A pesar de que era visible el interés de algunas de las asistentes por hablar sobre la situación, fue nuevamente Alanis Luna quien dominó la conversación ante medios. Lentamente las asistentes comenzaron a alejarse, para sentarse en el suelo de Plaza de Armas y comenzar a hacer propuestas sobre las próximas marchas. Las mujeres estaban de acuerdo con que la participación de los varones era positiva y hasta necesaria, sin embargo, expresaron que querían cambiar la situación, ya que no consideraban adecuado que hombres fuesen el centro de un evento sobre mujeres. Fue en esta conversación que algunas asistentes señalaron que reconocían a Alanís Luna como una figura pública relacionada con Morena, por lo que consideraban fuera de lugar que su imagen dominase ante medios. La única mujer involucrada en la organización del evento, Mitzi Martinez, explicó para La Voz de Michoacán que la marcha fue organizada de manera espontánea, y que la fecha no tenía significado particular, sino que era una iniciativa hecha a partir de la frustración ante la situación que se vive en Morelia. Martinez explicó que había vivido una fuerte experiencia de acoso en las semanas anteriores a la marcha, y que esto fue el principal catalizador para convocar al evento y buscar permisos del ayuntamiento. También señaló que la marcha no tenía vínculos con ninguna institución o colectivo. Ahora, llega el 8 de marzo Recientemente, en Morelia, al igual que en la Ciudad de México, se hicieron fuertes denuncias a través de redes sociales sobre el acoso sexual que se vive en las calles, intentos de secuestro y feminicidios. Las autoridades negaron que esta situación de riesgo fuese real, centrándose en desmentir las denuncias de secuestro, y no hicieron comentarios sobre las otras problemáticas. Algunas de las víctimas de intento de secuestro han continuado alzando la voz, recalcando que el riesgo es real, incluso si son menos casos que los de otros crímenes. Sin embargo, el énfasis en los secuestros dejó de lado problemáticas como las violaciones, el acoso callejero, el acoso laboral, y los asesinatos de mujeres. Es en este contexto que se dieron las primeras movilizaciones y más reclamos en redes sociales que exigían que las autoridades se responsabilizaran ante estos riesgos. En la Ciudad de México convocaron a una marcha en contra de los secuestros, y tras unos días de críticas al gobierno, se reveló que muchos casos que eran denunciados habían sido ignorados o mal catalogados. Por ejemplo: casos de intento de secuestro que se habían categorizado como intento de robo, o casos que deberían de haber sido investigados como feminicidio que fueron vistos como homicidio doloso. Visibilizar a las mujeres en eventos sobre mujeres La marcha que se celebró el 20 de febrero no fue organizada bajo la guía de activistas feministas, sino por ciudadanos que, independientemente de su interés político, fueron capaces de reconocer la importancia de apoyar la lucha en contra de la violencia y la falta de derechos de las mujeres, temas que siguen latentes en las marchas y eventos que se organizaron para conmemorar el día internacional de la mujer este 8 de marzo. Aunque los organizadores fueron criticados por algunas de sus formas de actuar, para las mismas asistentes al evento era claro que esta lucha necesita solidaridad, opinión que se ha visto reflejada a nivel nacional e incluso internacional. En distintos espacios el llamado a hombres, legisladores y figuras públicas a integrarse de manera respetuosa a estas manifestaciones ha surgido, como en las redes sociales, dónde se comparten recomendaciones para hombres sobre cómo participar en las actividades. Las recomendaciones incluyen cosas como motivar a los hombres a hablar entre sí sobre temas como el acoso, en especial para disuadir a aquellos que participan en esta practica, o ceder la palabra a mujeres cuando en eventos institucionales u oficiales sobre el día de la mujer, medios de comunicación buscan entrevistarlos. “Hay que visibilizar a las mujeres en los eventos sobre mujeres”, dijeron las asistentes a la marcha del 20 de febrero cuándo se alejaron de los organizadores. Hoy, 8 de marzo, en el día internacional de las mujeres, se conmemora la larga lucha por los derechos de las mujeres. El origen de este día está vinculado a la búsqueda por mejores condiciones de trabajo de las mujeres trabajadoras de principios del siglo XX, a las sufragistas, y al origen del movimiento feminista, del cual nunca se ha alejado. Por esto, una de las principales recomendaciones que hacen las mujeres involucradas en este movimiento es que quienes se quieran sumar se informen sobre qué busca el feminismo, y qué buscan estas manifestaciones, qué se ha dicho y qué se ha buscado con anterioridad.