Homero Lemus / La Voz de Michoacán (Imagen: Enrique Castro). Con la llegada de los grupos de autodefensas a Parácuaro suman ya nueve municipios con el control o presencia de dicha organización que pretende desplazar, según sus postulados, a la delincuencia organizada a través de la movilización ciudadana. Los municipios con la presencia total o en parte de los mismos de dichos grupos son Churumuco, Tepalcatepec, Buenavista, Chinicuila, Coalcomán, Aguililla, Tancítaro y algunas comunidades de Apatzingán, ahora a ellos se suma Parácuaro. Los grupos de autodefensa y comunitarios tienen prácticamente controlada toda la región de Tierra Caliente y Sierra que colinda con Jalisco. Poco a poco, tal y como si fuera una estrategia de guerra se han ido posesionando de presidencias municipales. Bajo la consigna de defenderse del crimen organizado, los grupos de autodefensa y comunitarios se han ido congregando al margen de la legalidad, ya que si bien están organizados, en algunos casos ha portado armas de fuego de uso exclusivo del Ejército. Los primeros grupos de autodefensa aparecieron desde finales del presente año, emulando a las de Guerrero, mismas que tienen la finalidad de encargarse de la seguridad pública del municipio, así como controlar las entradas y salidas de los municipios, con el fin, dicen ellos, de evitar la penetración de células de los grupos delincuenciales. Los mismos han sido presuntamente respaldados por el Ejército Mexicano y la Policía Federal, según el municipio y suceso que han tenido. José Manuel Mireles e Hipólito Mora, son los personales que han sido los voceros y quienes han denunciado la presunta complicidad de los cuerpos de las policías municipales con la delincuencia organizada. Los grupos de autodefensas o comunitarios como dicen llamarse, sólo han tenido resistencia en Apatzingán donde hace más de dos meses trataron de incursionar y donde fueron replegados hacia Buenavista Tomatlán. Dichas personas que pertenecen a las organizaciones se cubren el rostro, se comunican a través de las redes sociales y argumentan haberse “levantado” en armas ante el acoso de los grupos criminales, pagos de extorsiones y “cuotas”, además de denunciar un sinnúmero de agresiones de delincuentes hacia familias, como lo es el robo y rapto de mujeres en dichas regiones. Los grupos de autodefensa mantienen las alcaldías tomadas y en algunos casos no permiten el regreso de sus presidentes municipales, como el de Tepalcatepec, Guillermo Valencia y el de Buenavista, Luis Torres.