Gustavo Tovar, incansable luchador social

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Freya Mendoza/ La Voz de Michoacán.
Pocos podrían imaginar que es un escritor de origen michoacano quien trae de cabeza al régimen venezolano de Nicolás Maduro. Escritor cuyos inicios en la palestra cultural y pública se dieron hace algunos años en La Voz de Michoacán a través de sus artículos siempre polémicos, capaces de levantar los más ardientes debates.

Gustavo Tovar Arroyo “El Michoacano”, como solía firmar sus entregas en este diario, es hijo de Isabel Arroyo Heredia miembro de una familia de empresarios de larga tradición en el estado. A diferencia de los demás integrantes de su familia, Tovar Arroyo no emprendió camino en el mundo de los negocios, sino dedicó su vida a las ideas, a la palabra y a las luchas sociales. Su antagonismo manifiesto en contra del comandante Hugo Chávez Frías y de su sucesor Nicolás Maduro ha rebasado las fronteras venezolanas, donde se le ubica como uno de los “enemigos” más buscados del régimen.

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Después de la avasallante victoria de la oposición venezolana en las elecciones parlamentarias del pasado fin de semana, La Voz de Michoacán se acercó al “Michoacano” para analizar el futuro político de Venezuela y, por qué no, cotejarlo con la realidad de Michoacán.

Se ha convertido en uno de los peores enemigos del régimen de Nicolás Maduro y de Diosdado Cabello, ¿por qué?, ¿de qué se le acusa? La verdad, no lo sé. Los niveles de estridencia sobre mí son irracionales, casi cómicos. Se me acusa de todo y de nada. Dicen que formé y financié a los estudiantes venezolanos para que protestaran contra la “revolución”, que, por cierto, no es tal revolución, en todo caso es una revuelta como distinguía Octavio Paz: una vuelta al pasado, un desorden.

Llegaron al exabrupto de señalar que organicé en México una “Fiesta Mexicana” para “inspirar, motivar y enaltecer -palabras textuales- a los jóvenes venezolanos en su rol histórico de su lucha contra el chavismo”. Uno se pregunta cuál es el delito. Acusan a un hombre libre, a un demócrata. Yo no conspiro, yo levanto la voz de la libertad sin miedo. Eso es todo.

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Pero el régimen de Nicolás Maduro le ha quitado su casa, sus propiedades, han girado una orden de aprehensión en su contra, lo llaman “conspirador”, “prófugo”, aparece en todos los señalamientos del régimen de Maduro como el causante de las protestas. ¿a qué se debe? Se debe a que en efecto yo sí soy un indoblegable crítico y opositor de la dictadura chavista. Lo he sido desde sus inicios y en la práctica he formado una generación completa de jóvenes en temas de derechos humanos y activismo no violento. El ser “indoblegable” es lo que convierte en criminales a los humanistas en tiempos de dictadura. Lo fueron Cristo, Gandhi, Luther King, Havel o Leopoldo López.

Al final son las antorchas humanas de la civilización frente a la barbarie. Diosdado Cabello, el hombre fuerte del chavismo, se ha enfrentado a usted en un encarnizado debate de dimes y diretes públicos, que incluyen amenazas y retaliaciones severas, incluso confiscación de sus bienes. ¿No tiene miedo? No. Quien lucha por la libertad de un país está expuesto a todo tipo de dolor y sacrificio. Yo los he sufrido todos. He descubierto algo durante este tiempo, la palabra libertad, tan manoseada por poetas y políticos, está repleta de heridas, desgarraduras, asfixias.

Uno la pronuncia y entiende lo preciada que es cuando se alcanza. A mí Diosdado o Maduro me van a tener que matar para silenciarme. Mientras mi aliento sea capaz de empañar una lámina de vidrio lucharé. Acaban de ocurrir una elecciones parlamentarias en Venezuela y el resultado fue marcadamente favorable a la oposición, ¿cómo fue posible? La oposición unida, pongo el acento en la palabra “unida”, derrotó de manera aplastante al chavismo.

De 167 diputados la oposición obtuvo 112, es decir casi un 70%. Por cierto, muchos de los nuevos diputados -casi 40- son jóvenes vinculados con el trabajo que desarrollamos en formación y activismo desde 2002, es por lo cual se me acusa de “conspiración”. O sea, soy conspirador porque formo políticos, diputados, alcaldes, etcétera, y no militares asesinos como ellos. ¿A qué se debió un resultado tan contundente? Varias son las causas: mejor organización en la oposición, mejor discurso, mejor anticipación para un posible fraude; pero sin duda la razón principal es el disparatado, tragicómico, devastador régimen de Maduro. Algo nunca visto de lo absurdo. Ni en las peores tribus políticas de la historia latinoamericana logras encontrar un estúpido de esta calaña.

Creo que estamos ante el primer dictador bobalicón de la historia de Latinoamérica. Y si no es el “primero” es el más resplandeciente. ¿Cómo describe la situación sociopolítica venezolana con el chavismo? Apocalíptica. En Venezuela no hay medicinas, comida, productos de limpieza; la criminalidad alcanza niveles escalofriantes, cinematográficos. Te asaltan y asesinan por un pollo, por un celular, por el equivalente a 100 pesos mexicanos. En las barriadas más pobres te rentan desodorante porque no puedes conseguirlo en los supermercados. Chávez se encargó de acabar con la iniciativa privada, que es lo mismo que acabar con la creatividad, el emprendimiento.

Hoy Venezuela no produce nada de nada y con la caída del precio del petróleo y la incapacidad de importar productos, el desabastecimiento ha generado una crisis humanitaria. A todo esto agrégale la corrupción y el cinismo pseudo revolucionario. Un total caos. México es Suiza comparado con Venezuela. Comparada con Venezuela, la corrupción en México da risa. En pocos años los “revolucionarios socialistas” han hecho fortunas que compiten con los hombres más ricos del planeta, sin producir ni ofrecer servicios, sólo robando. En especial la familia de Hugo Chávez y de Maduro, son las peores.

Dos sobrinos de Maduro fueron capturados traficando con drogas en Estados Unidos y están presos, ¿qué opina? Que ese es tan sólo un síntoma de lo que te digo, estamos ante el régimen más despiadadamente criminal, corrupto y absurdo de la historia de Latinoamérica. ¿Cómo ve a México en comparación con Venezuela? Lo veo con mucha esperanza. Veo iniciativas interesantes, pese a las dificultades naturales de cualquier país; tanto el gobierno nacional como el regional aspiran al progreso, al bienestar, al desarrollo. Insisto, pese a las dificultades que ello implica.