Jorge Manzo/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En tres meses se cumplen los plazos para la renovación de la dirigencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) lo que ha comenzado a despertar inquietud entre los dos grupos que tienen control y dominio al interior. Por una parte, reaparece Sergio Espinal García y Artemio Ortiz Hurtado para intentar recuperar el poder, y por otra está el actual líder Víctor Manuel Zavala Hurtado. El “jaloneo” ya está dejando las primeras secuelas y se han palpado en las negociaciones que se han visto frustradas para destrabar el actual conflicto magisterial con las autoridades. Los exdirigentes democráticos pretenden promover un proyecto para regresar al poder del grupo que ha logrado entrar por “la puerta grande” al gobierno de Andrés Manuel López Obrador; Zavala intenta mantener a flote las negociaciones con las administraciones federal y estatal. Ortiz aparece aún como secretario del trabajo de la dirigencia nacional del Morena, sin embargo, hasta ahora no ha sido ubicado en las estructuras del Gobierno, sin embargo, sigue operando desde el llamado Comité Ejecutivo Nacional Democrático, el ala radical dentro del movimiento disidente. Los grupos intentan “mostrar su músculo”. La dupla Espinal-Ortiz ha desconocido las negociaciones del Comité Ejecutivo Seccional con las autoridades y optaron por retomar las vías del ferrocarril en dos puntos: Caltzontzin y Lázaro Cárdenas; en el primer lugar tienen mayoría en representación. Ellos han asegurado que dialogarán con las dirigencias de los partidos del Trabajo y de Morena para tomar una decisión, sin embargo, diversas fuentes consultadas advierten que hay “manos políticas” detrás de las movilizaciones, independientemente de la justa demanda de los pagos que se supone que ya están comprometidas en la mesa negociadora. Zavala tendría la mayoría del respaldo, por lo menos de las actuales estructuras distribuidas en las 22 regiones. Especialistas suponen que esto es lógico al ostentar el cargo de dirigente, sin embargo, Espinal y Ortiz podrían recuperar terreno en espacios que actualmente están indefinidos o insatisfechos por las negociaciones y el reclamo de los pagos y de las prestaciones de los trabajadores. Fuentes consultadas se atreven a asegurar que tienen –según resultados de los últimos congresos seccionales- el 30 por ciento de la militancia que oscila en los 70 mil trabajadores, de los 90 mil que componen la estructura educativa estatal. Por su parte, Mexicanos Primero, “desde la barrera”, percibe que la elección del nuevo dirigente de la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y su respectivo Comité Ejecutivo Seccional “son la joya de la corona y es el trasfondo en disputa”. Erik Avilés Martínez, representante de la organización en Michoacán, consultado sobre este tema, adelantó que el VIII Congreso Seccional de Bases será definitorio del futuro de la organización magisterial por razones de control y poder. La cúpula en el poder ha procrastinado el inicio del proceso y la posterior emisión de la convocatoria para la renovación del CES, en aras de aprovechar al máximo su hegemonía. En contrapunto, El Bloque y otras expresiones adicionales presionan para que se instale el Pleno de Secretarios Generales, máxima autoridad de la Sección XVIII que tiene entre otras atribuciones, la revocación de mandato o llamar a la realización del VIII Congreso Seccional de Bases para que se proceda al relevo correspondiente estatutariamente”, dijo Avilés Martínez. Pero, si bien la renovación de la dirigencia sindical tendría que ser en mayo, el actual conflicto magisterial obligaría a que se retrase unos meses la renovación como ha ocurrido en el pasado, incluso, según el histórico en la dirigencia de Juan Pérez Medina se tuvo que prolongar dos años más tras la disputa que se inició con Elba Esther Gordillo Morales. La única administración que se ha cumplido en tiempos fue la de Raúl Morón Orozco entre 1995 y 1998, por tanto, suponen que por las condiciones actuales no se convocará a renovación en lo inmediato. En este mes que recién inicia se debería emitir la convocatoria, pero actualmente la dirigencia sindical está enfrascada en el reclamo de prestaciones salariales. Hasta ahora ya está cumplida la segunda quincena de enero y la compensación única del 2019 para los trabajadores, por lo que se acordó levantar el bloqueo a las vías del tren y la Secretaría de Educación en el Estado ha anunciado que a partir del martes reanudan actividades, luego de que según sus cifras el 5 por ciento de los planteles habían parado. Sin embargo, tras retomar las vías del ferrocarril de nuevo aparece la incertidumbre. Liderazgos de la Coordinadora ya tenían presente este escenario hace unos días, pero advertían que si las bases decían levantar el bloqueo a las vías del tren que iniciaron el 14 de enero, todos los integrantes tenían que acatar el resolutivo y que cada quien asumiera el costo de sus actos, aunque el llamado “Bloque” no forma parte íntegramente del Comité Seccional. Por este conflicto que enciende las alarmas se prevé que en las próximas horas de nueva cuenta se reúnan para valorar las acciones a seguir. Espinal y Ortiz también tendrían entre sus seguidores o militantes a Filemón Acosta Aguirre, regidor por Morena en Lázaro Cárdenas, a quien se le ha ubicado como uno de los “patrocinadores” del bloqueo en las vías del ferrocarril en esa zona. Él mismo fue exhibido por el Gobierno de Michoacán como una de las manos que estaban detrás de las protestas del magisterio democrático y que impedían que avanzaran las negociaciones. En tanto, no se tiene certeza si el exdirigente Juan José Ortega Madrigal respalda a Zavala Hurtado, pero cuenta con una mayoría de los integrantes de las carteras del Comité Seccional. “Hay de dos sopas” Al interior de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación hay de dos sopas –así lo han definido reservadamente liderazgos-: la democracia tutelada, porque en su orientación de vanguardismo hay una dirección que lo sabe todo, o la otra que busca la independencia del movimiento de los partidos políticos y del gobierno. Son prácticas y visiones que en el fondo son similares por provenir del movimiento democrático, pero que sí tiene diferencias que son más de forma. Otras voces simplemente las describen como el ala radical y la conservadora dentro del movimiento democrático. Sergio Espinal García y Artemio Ortiz Hurtado representan la primera, y la segunda, en estos momentos está bajo el mando de Víctor Manuel Zavala Hurtado. En las próximas semanas se vivirá la batalla campal rumbo a la renovación sindical y la moneda está en el aire, exponen, y temen que esto pueda dejar en medio a la clase trabajadora, a la que representan sindicalmente. Hay figuras como la de Graciela Carmina Andrade García Peláez, exsecretaria de Educación y prominente cuadro democrático y del partido Morena, que advierten que se encuentra al margen de las rebatingas internas que comienzan a sentirse adentro de la Coordinadora. Ella es clave en estos momentos por el poder que ha ido acumulando, y que se “corona” con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. Es senadora suplente de la profesora Blanca Estela Piña. ¿Qué sigue? Las últimas semanas de vigencia que tiene la actual dirigencia sindical serán cruciales para concretar los acuerdos que se alcanzaron para destrabar el conflicto derivado del pago de percepciones. Si bien al paso de los años se han otorgado 22 bonos a trabajadores de la educación, estos no se otorgan a todos, ni todos, sin embargo, los adeudos que se vienen arrastrando son incuantificables. No hay una cifra conciliada entre las partes. La realidad es que los recursos que se tienen no son suficientes para atender los compromisos que se han ido adquiriendo. Una de las preocupaciones que han planteado es la estabilidad laboral para los profesores con contratos temporales, es decir, para los normalistas. Se persigue una plaza definitiva. Son aproximadamente 5 mil plazas, según los números que tiene la Secretaría de Educación Pública, entre otros catorce puntos que quedaron establecidos dentro de la llamada minuta de acuerdos que signaron hace una semana con el oficial mayor, Héctor Garza, a quien se le comisionó para “pacificar” al magisterio estatal.
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