Verónica Torres/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán.- El Centro Michoacano de Evaluación (Cemide) evidenció que en nueve meses, la deuda de corto plazo incrementó 62 por ciento en Michoacán, lo cual consideró como peligroso porque generará un problema que disminuirá la capacidad de cobro de los proveedores y prevé una crisis similar a la del 2009, cuando se dejó de pagar a proveedores y nóminas orillando a un colapso financiero. En conferencia de prensa, uno de los integrantes del Centro, Jesús Alva Aguilar especificó que de junio 2015 a marzo de 2016 el incremento es superior a los 6 mil 184 millones de pesos y que se encuentra por debajo de la deuda a largo plazo con bancos por el orden de los mil 124 millones de pesos. En este último tema, comentó que por primera vez en los últimos 13 años, que el Gobierno del Estado ha transparentado el destino de los recursos del crédito que tiene con Banobras de 759 millones de pesos, toda vez que existe un listado de 39 obras donde se piensa invertir, pero que se desconocen los montos a ejercer en cada acción. Ante este panorama, el Centro Michoacano de Evaluación informó que se interpusieron cuatro amparos en los cuales se solicitó la suspensión para adquirir nueva deuda pública. Sin embargo, dos no fueron concedidas por lo que no se concedió la facultad de que haya una adquisición de la deuda pública controlada y de acuerdo a la ley, pero están dos más que están en la espera de una resolución, debido a que van referidas a que la adquisición de deuda pública debe ser específicamente para inversiones de destino productivos y no para cuestiones de liquidez y solventar adeudos que se tienen con diversos sectores. Ante la presencia de los medios de comunicación Alva Aguilar reiteró que el Gobierno del Estado tiene una política que no está enfocada al pago de las deudas de proveedores de administraciones anteriores, principalmente del 2011 al 2013 no se ha realizado pago alguno. Con esto, resaltó que Gobierno del Estado no mide la adquisición de diversos servicios con proveedores, toda vez que “gasta más de lo que se tiene”, y sin que haya claridad al momento de los pagos. “Se les dice que se les pagará en un mes, en dos meses, al año (…), la deuda a corto plazo está descontrolada”.