Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con el pronóstico de lluvias para los próximos días, inició formalmente la temporada de huracanes y ciclones tropicales en la costa del Pacífico. Desde el pasado 15 de mayo y hasta el mes de noviembre, las precipitaciones serán parte constante de los pronósticos de clima y con ello el riesgo de inundaciones en una ciudad como Morelia, que en los últimos años ha sufrido graves problemáticas por este tema. Los especialistas tienen claro que las faldas del cerro del Quinceo, la zona alta de la Loma de Santa María, buena parte de las calles cercanas a la avenida Camelinas, el Bulevar García de León y Manantiales son las regiones más propensas a sufrir daños, que van desde propiamente los encharcamientos hasta peligrosos deslizamientos de tierra. En los últimos años el bordo del Río Chiquito, desde avenida Periodismo hasta la colonia Félix Ireta, ha sido otro punto particularmente problemático por las inundaciones, habiendo registros de un metro o más de profundidad en el agua anegada tanto en las vialidades como al interior de viviendas. A pesar de tener las lluvias encima y con amenazas de unos 20 huracanes impactando en las costas michoacanas, las labores recientes de remoción de basura de parte del Ayuntamiento no se han dejado ver, y si bien durante el año se han percibido un par de jornadas de desazolve de ríos y drenes, no ha sido suficiente, pues los dos cuerpos de agua que surcan la ciudad lucen llenos de basura y lirio. Del mismo modo, cientos de alcantarillas y coladeras están en mal estado, con un mantenimiento abandonado y que, en gran medida, de acuerdo con las propias autoridades municipales, se ha debido a una reducción importante de personal, lo que ha afectado los servicios municipales y, evidentemente, también este tipo de acciones. Se olvidó la tragedia Información del Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), revela actividad por encima de la media histórica para los próximos meses. Desde mayo y hasta julio y agosto habrá no sólo más tormentas que en los últimos años, sino con un nivel de precipitación mayor. El riesgo no es exclusivo de Morelia, y a pesar de las advertencias institucionales sobre los riesgos que traerá la fuerte temporada de huracanes de este año, los principales problemas de riesgo civil en ciudades, comunidades y hasta el impacto al campo no han sido mitigados por parte de los tres niveles de gobierno. Ciudades como Morelia, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro y municipios con alto riesgo como Angangueo, Peribán, Los Reyes y algunas poblaciones de la región de Tierra Caliente no han corregido los factores de riesgo de inundación en zonas habitacionales. Pero sólo en el caso de la capital michoacana, la experiencia de las inundaciones recientes parece no servir. A dos años de la tragedia que dejó bajo el agua a más de 40 colonias y casi una centena con diversas afectaciones, la labor preventiva no tuvo continuidad y, como cada año, el riesgo es igual o superior al anterior. Desde entonces no ha habido obras de impacto relevantes que ayuden a desfogar el agua, el mantenimiento ha sido escaso e incluso el municipio ha sufrido recortes federales que acotaron su capacidad de acción. Las buenas intenciones parecen haberse evaporado más rápido que el agua de aquella intensa tormenta.