Arturo Molina / La Voz de Michoacán Con más de 60 años de historia, la Expo Feria de Michoacán ya sólo sigue viva en el corazón de los ciudadanos, pues la pandemia y el cambio de gobierno terminaron por sepultar un evento que en la última década estuvo envuelto en la polémica. La antigua sede sobre la avenida Morelos Norte es donde inició este evento, que tendría que mudarse posteriormente a un nuevo recinto por el número de visitantes En el marco de la celebración de la segunda edición del Festival Michoacán de Origen resulta casi imposible evitar invocar los antiguos recuerdos de lo que fue la Feria en las últimas décadas. Durante el siglo pasado, la Feria se encontraba ubicado en un punto considerado las afueras de ahora Morelia, ahora mucho más céntrico: justo en avenida Morelos Norte, junto al Pabellón Don Vasco. Por su cercanía con colonias populares, y gran cantidad de rutas transporte público tuvo un gran impacto en la ciudadanía y cada edición aumenta de manera importante el número de personas que acudían. La Expo Feria Michoacán nació como tal un 8 de mayo 1960 y se ubicó originalmente en las inmediaciones de la Plaza de Toros, de ahí brincó en unos cuantos años al complejo que vivió sus mejores años en la avenida Tecnológico. Incluso la población de los municipios vecinos y de estados como Guanajuato pudo disfrutar de esta cada vez más grande fiesta que fue organizada año con año en los meses de abril y mayo con el objetivo de dar a conocer a todo el país las grandezas de la cultura y la sociedad michoacana. Era común observar una gran cantidad de autobuses estacionados a las afueras del recinto. Ya desde entonces se configuró el esquema que hasta el día de hoy se repite básicamente: los pabellones comerciales y artesanales, en donde los visitantes podían encontrar todo tipo de productos tanto michoacanos como las artesanías de barro, guitarras, muebles de madera, hasta las textileras y empresas de estampados, así como agencias de viajes que promocionaban cada uno de los rincones de la entidad. Tras los pabellones, fue común la instalación de decenas de puestos de alimentos preparados; las auténticas garnachas mexicanas, los tacos, los hotdogs, hamburguesas, quesadillas largas y poco a poco, la creciente tradición de las micheladas y venta de cervezas como en todos los festejos folclóricos del país. Fotografías del archivo histórico fotográfico de La Voz de Michoacán, dejan ver las grandes multitudes de personas que se llegaron a aglomerar en este antiguo recinto ferial. Asimismo, la presencia de actores políticos y exgobernadores- Como muchos de los recintos deportivos, culturales y teatrales de Morelia, el crecimiento demográfico hizo que, según estudios del gobierno estatal, el espacio fuera superado. Fue con base al caos vehicular, el ruido, la gran generación de basura y consumo de recursos que se generaba en este punto considerado céntrico para esta fecha que se volvió insostenible; las autoridades estatales tuvieron que voltear a ver otros espacios en donde desarrollar la feria. Al día de hoy, el antiguo recinto ferial ha desaparecido prácticamente. En una de sus partes se instaló el Centro de Rehabilitación del Teletón (CRIT) y la otra parte es usada como estacionamiento; un mercadito muy concurrido también se coloca en este espacio, presumiendo varios de los precios más bajos en la capital michoacana. Cuando se acude a dicho punto de comercio, se puede observar que una de las alas de exhibición donde décadas atrás se exhibían los productos típicos de la Expo Feria, hoy se ha convertido en uno de los pasillos del tianguis, así como desde el segundo nivel de estacionamiento se alcanza a ver el que fue el Palenque y hoy es un edificio casi en ruinas. Sin embargo, el sitio sigue siendo un lugar de apropiación para los michoacanos y los morelianos de generaciones anteriores que aún recuerda la original Expo Feria Michoacán en el Recinto Ferial.