“La muerte del bombero se pudo prevenir: incumplieron brechas cortafuegos y no hay quien vigile el cerro”

Propietarios denuncian que cada año queman el Cerro del Águila y que no hay brechas para subir a apagarlo.

Foto: Cortesía.

Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Lo cerros y sus faldas que rodean a Morelia, varios declarados como áreas protegidas por sus múltiples servicios ecosistémicos y ambientales, están ardiendo por feroces incendios que provocan la muerte de la invaluable cubierta forestal y con la sospecha de que un gran porcentaje de estos siniestros son provocados para hacer cambio de uso de suelo para la instalación de huertas de aguacate.

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Estos incendios comenzaron desde los primeros días de este mes con el cerro del Punhuato, que perdió una cantidad importante de terreno boscoso. El Cerro del Quinceo y el Cerro de las Tetillas han sido el escenario de varios incendios en varios puntos en los últimos días, mismos que han nublado el cielo de la capital michoacana con grandes cantidades de humo que se perciben y se aspiran a varios kilómetros.

Desde el mediodía del domingo, la parte alta del Cerro del Águila se sumó a la tendencia de incendios forestales, el cual continúa activo hasta este martes. Esta elevación es la más alta de Morelia y desde hace varios años autoridades ambientales han intentado sin éxito declararla como Área Protegida.

En el combate de este último incendio el bombero Mauricio Hernández, de la Brigada de Forestales de la Dirección de Parques y Jardines, murió ayer lunes, luego de que, según las autoridades, ráfagas de viento cambiaran de dirección y resultara imposible replegarse y salvaguardarse de las llamas.

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Tras la noticia el Gobierno de Morelia confirmó su deceso y señaló que apoyará a la familia con los deudos que se presenten.

Sin embargo, la condenable noticia quita máscaras al fenómeno de los incendios mostrando crudas realidades: por un lado, las denuncias de propietarios y ejidatarios que señalan que por años han pedido ayuda para crear brechas cortafuegos y para vigilar al cerro y por otro lado, que la mayoría de incendios son crimines de la ambición de quienes buscan hacer negocio con la instalación de huertas de aguacate, del que Michoacán es el mayor productor y exportador a costa de los ecosistemas.

Vecinos de las distintas comunidades que rodean al cerro, y que tienen condición de pobreza y marginación, han expuesto su vida desde el domingo intentado cortar el fuego.

Gil Sosa, pequeño propietario del Cerro del Águila, explicó a este medio que muchos dueños de 10 o 20 hectáreas son de edad avanzada que se dedican a ser veladores o a andar con sus burros sacando leña para vender, pero no las pueden activar económicamente, porque no tienen el dinero ni para hacer una brecha para tener acceso a sus tierras y que además sirva como cortafuegos.

Dijo que en muchas ocasiones, van al Ayuntamiento a buscar ayuda para realizar estas entradas y poder acceder a vigilar tierras, pero que las autoridades han brillado por su ausencia siendo que los caminos tienen múltiples beneficios.

No hay dinero, tiempo o simplemente organización para hacer un camino de brecha de 5 kilómetros, que es necesaria para fungir como cortafuegos, acceso a calmar incendios y acceso para cuidar los predios".

De hecho vino el IMPLAN a hacer medición y tomar fotografías, yo los subí al cerro, pero antes les pregunté que si ellos tenían algún recurso para subir y me contestaron que no. Fue un predio de 20 hectáreas, pero hablamos de que el cerro es de 6 mil hectáreas, yo me pregunto, de dónde van a sacar dinero para nombrarlo Área Natural Protegida si no tienen el recurso para conocer el cerro”.

“LOS AGUACATEROS NO NECESITAN DEL GOBIERNO”

Propietarios y ejidatarios señalan que el argumento de las autoridades es que abrir brechas es un arma de doble filo porque también se facilitaría el acceso a los aguacateros, sin embargo, el comisariado ejidal de Tacícauro asevera que “los aguacateros no ocupan del gobierno para hacer brechas, ellos simplemente ven un terreno bueno y lo hacen con caminos por donde quiera porque tienen recursos”.

Tras una investigación por parte de este medio, se pudo saber que en los últimos 4 años la plantación de huertas de aguacate aumentó a un ritmo más acelerado, además de que no se están instalando en las faldas como las que tienen años operando, sino que se están dando en la parte media y alta del Cerro del Águila.

Foto: La Voz de Michoacán

Propietarios que pidieron el anonimato explican que se trata de nuevos propietarios que adquirieron terrenos de vecinos de Tacícuaro –de acuerdo con testimonios anónimos-, pero que por necesidad y por la imposibilidad de activar sus tierras de manera sustentable han estado vendiendo numerosas hectáreas, mismas que van cayendo en manos con intereses de este tipo de actividades ilegales y de quienes el mismo gobierno ha reconocido que muchas veces provocan incendios.

Un propietario contó que hay aguacateros que operan desde hace años, pero que recientemente nuevos dueños, que no son originarios de ninguna tenencia o localidad colindante con el cerro, han deforestado hectáreas enteras para instalar huertas de aguacate. Incluso algunas son perceptibles desde las faldas del cerro o desde la carretera Morelia-Quiroga.

En un recorrido por la parte norte del cerro, sobre un camino de brecha hecho por los mismos propietarios desde Tacícuaro, van apareciendo a los costados los pedazos rasurados que dejaron de ser matorrales subtropicales con encino para dar lugar a arboles jóvenes de aguacate.

Foto: La Voz de Michoacán

LAS ENORMES LLAMARADAS DE CADA AÑO

“Casi cada año se quema o lo queman [al Cerro del Águila], como no hay caminos están las llamaradas y ni como arrimarse uno, no se puede apagar, dura días prendido”, cuenta el señor Agustín Chávez del consejo de vigilancia del ejido de Tacícauro en en el cerro, quien sube a caballo hasta donde los caminos improvisados se lo permiten.

Gil Sosa, que junto a otros vecinos ha subido desde el domingo a estar haciendo brechas para que el incendio no siga avanzando, lamenta la muerte del bombero y dice que esta se pudo haber evitado si las autoridades correspondientes hubieran hecho acciones preventivas, pero que lo único que hacen es que cada año anuncian en los medios de comunicación que protegerán al cerro y que incluso candidatos acuden a hacer campaña y prometen acciones, pero que nunca pasa de ahí.

Elva Sosa, comisariada ejidal, señala que ellos están dispuestos a cooperar con la conservación y protección del cerro, pero que hasta el momento no se ha ayudado en nada, “ni siquiera con posibilidad de hacer una brecha para subir a apagar incendios y vigilar los ejidos" 

Señalaron que se les ofreció darles un monto mensual pero que no alcanza ni para pagarle a un vigilante, pues son "como mil pesos por hectárea al año y que el servicio sólo aplica si tienen un mínimo de hectáreas".

SE SABÍA DE LA TEMPORADA DE INCEDIOS...

En febrero de este 2021, la Conafor y Cofom presentaron sus pronósticos para este año, concluyendo que además de los siniestros provocados, será un año seco, con menos lluvias y se esperan temperaturas muy altas, por encima del promedio de años anteriores. Michoacán ocupó el tercer lugar en incendios en 2020 con 613 siniestros y ocupa el sexto lugar en el número de superficie afectada, con más de 19 mil hectáreas.

El director de la Cofom, Alejandro Ochoa Figueroa, dijo en conferencia de prensa que se trabaja junto a la Conafor y dependencias que conforman el Comité de Incendios como la SSP, la Sedena, la Guardia Nacional y Semaccdet.

Señaló que se arrancó con un convenio para realizar brechas cortafuegos, herramienta de la que se usará debido a que es una medida con buenos resultados a nivel nacional.

Pese al anunció, dos meses después no se han hecho ninguna brecha en el Cerro del Águila. Gil Sosa reitera que lleva años pidiendo apoyo y que es inaceptable que no haya acciones prevención y esto ocasione hasta pérdidas humanas, como la más reciente del bombero.