Oscar Mendoza/ La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Vandalismo, grafitis, basura acumulada por falta de botes y tirada en las calles, daños en propiedades e inmuebles históricos, robo de placas, bustos y desperfectos generales en calles del primer cuadro en general, es lo que tiene que atender periódicamente la Gerencia del Patrimonio Cultural de Morelia para conservar el nombramiento del Centro Histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Dicho nombramiento fue otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1991, por la belleza arquitectónica y cultural de la ciudad. Con trabajos realizados de uno a dos meses en promedio, esta dependencia trata de solventar los gastos para reparar bancas dañadas, despintar “tags” y consignas plasmadas en las bardas y edificios de cantera, restituir señalamientos, identificar riesgos por registros abiertos o inmuebles en deterioro. Sin olvidar la amplía lista de tareas provocadas con dolo, por diversión o el deterioro propiciado por la naturaleza y el paso del tiempo en el que la ciudadanía y el turismo, debe contribuir para que el patrimonio tangible y cultural, le siga dando el distintivo a la ciudad de Morelia. Vandalismo y abandono, los responsables Tan solo en el primer cuadro y a pesar de los esfuerzos, los daños que van de menores a lamentables, no pasan desapercibidos si se repara en los detalles que van de banquetas fisuradas, basura acumulada en los botes –cuando los hay-, cientos de colillas de cigarro dejadas en las jardineras, rayones ilegibles en las bancas de cantera y hasta postes de metal que fueron dañados por la imprudencia de automovilistas. En un recorrido hecho por La Voz de Michoacán en las nuevas calles peatonales que modificó el Ayuntamiento de Morelia a cargo de Alfonso Martínez Alcázar, se encontraron decenas de desperfectos producto del abandono, pero también, de la irresponsabilidad de la ciudadanía y el vandalismo por el que nadie responde. En calles como Ignacio Zaragoza, mitad peatonal y mitad vehicular, se encontraron decenas de grafitis en las bardas y los postes de metal instalados en el suelo, basura acumulada en las jardineras o tirada debajo de las bancas; en la Benito Juárez, en su segmento entre la Av. Madero Poniente y Melchor Ocampo, una situación semejante; en Nigromante, que de Melchor Ocampo a Santiago Tapia es peatonal, también existen pintas o la calle Miguel Bernal Jiménez, cuya proximidad a la zona de la antigua Central Camionera, se encontraron huellas del vandalismo y el descuido. De igual forma, en Plaza de Armas, Benito Juárez, Valladolid, San Agustín, el Jardín de las Rosas, Melchor Ocampo o del Carmen, se encontraron averías, desperfectos, daños parciales en sus bancas y otra serie de desperfectos en los que o hay desatención y omisiones del Ayuntamiento, o la irresponsabilidad de los ciudadanos y turistas que con intensión o no, causan que el Centro Histórico y sus monumentos no sea un patrimonio perfectamente cuidado. Gerencia no se da abasto Cuestionado al respecto de esta y otras problemáticas del Centro Histórico, Juan Carlos Mata García, titular de la Gerencia del Patrimonio Cultural de Morelia aseguró que esta dependencia, día con día, hace un esfuerzo por reparar los desperfectos y conservar el estado del primer cuadro para lo cual dispone de un presupuesto modesto, aunque no se dé abasto. Mata García descartó tajantemente que Morelia vaya a perder el nombramiento como Ciudad Patrimonio como afirmaron algunas voces que ven en los daños, modificaciones urbanas y la caída o demolición de algunos inmuebles, indicios para que la ciudad deje de tener esta importante asignación. No olvides que en tu periódico La Voz de Michoacán podrás consultar más de este tema.