[flagallery gid=326 name=Gallery] Francisco Javier Torres/Enviado La Voz de Michoacán.(Imagenes)Armando Solís La Huacana, Michoacán.- Las consecuencias de la lucha ya están saldadas, así lo definió José Manuel Mireles luego de arribar la tarde noche de ayer a La Huacana donde también la población ha decidido organizarse y tomar las armas para unirse a la Policía Comunitaria. Con esta cabecera suman ya 26 municipios donde hay presencia de comunitarios y 66 poblaciones. En La Huacana hay tranquilidad, el arribo fue sin alteraciones del orden público y sin altercados que pongan en riesgo la vida de los habitantes o los comunitarios, tal como ocurrió hace tres días en Zicuirán cuando también el poblado se levantó en armas pero en el proceso se registró un altercado que derivó en el deceso de una jovencita y dos más resultaron heridas. No así en La Huacana, donde determinó Mireles, no hay ninguna intención de confrontar a la fuerza pública, “desde que inició el movimiento nos propusimos no confrontar a ningún tipo de elementos policiacos, ni estatales ni federales o municipales que cumplen con su deber, sólo en aquellos casos donde sí nos consta con evidencias que hay una colusión con el crimen”. En la plaza pública de este poblado, el dirigente del movimiento en el estado explicó que respetarán a las autoridades constitucionales con las que buscan marchar en paralelo en el combate a grupos criminales. Desde hace diez meses que inició el movimiento, el avance es continuo, “siempre respetando a las presidencias, eso es lo que a mí me salvó la vida en Apatzingán, donde me tenían preparada una emboscada con francotiradores, pero yo nunca pisé la Presidencia ni lo voy a hacer, menos en poblados como La Huacana donde la gente está muy unida con su presidente; ni a los presidentes les pedimos que se muevan a nuestro bando, ellos tienen la obligación de seguir gobernado y conseguir inversiones públicas”, admitió. Con casi un centenar de policías comunitarios participando, el convoy peinó la sierra que va de Zicuirán a La Huacana, travesía que hicieron antes de llegar a la cabecera municipal donde a partir de este sábado dejaron un grupo de elementos para reforzar la zona y para adiestrar a los pobladores que decidieron formar parte de las filas de autodefensa. Según Mieles, la situación por la que entró la Policía Comunitaria a La Huacana, fue porque la gente padece de extorsiones, cobro de cuotas y otros abusos que se espera terminen con la presencia de este grupo, al que aseguró, la gente ya se estaba sumando como muestra de respaldo y como petición para que apoyaran un movimiento similar en este poblado. En presencia de habitantes de La Huacana, en la plaza, se hizo una asamblea pública y se estableció un consejo ciudadano de autodefensa, debido a que determinó Mireles, no llegaron a defender a la ciudadanía, sino a ayudarle en la organización para que ellos mismos se defiendan. A las labores de este municipio no les acompañó ningún elemento de la Policía Federal ni del Ejército, tal como ha ocurrido en otras cabeceras donde simultáneamente arriban las corporaciones. Esta descisión temporal, como la manejó el líder comunitario, es consecuencia del malentendido que se vivió el miércoles pasado con elementos de la milicia, situación de la que dijo, ni siquiera fue un enfrentamiento, “al parecer ellos actuaron desacatando órdenes de sus superiores, pero es algo que no está esclarecido y continuamos esperando un esclarecimiento”. Explicó que su marcha seguirá luego a otros municipios, en los que se detienen poco a poco para dejar instruidas a la población de lo que deben hacer, eso es lo que los entretiene en su avance a otras poblaciones, entre las que señaló una vez más, tienen en la mira a Morelia. Esclareció también en que siempre han tenido el apoyo de las fuerzas federales, porque no se trata de faltarle al respeto a nadie, y que en los municipios donde se ha levantado la bandera de Policía Comunitaria, cada corporación llega por su conveniencia, luego que no hay una coordinación oficial porque ellos son poderes constituidos y los comunitarios siguen siendo parte de la población. ¿Cuál es el interés a futuro de Manuel Mireles? Líderes de corporaciones criminales me pusieron fecha de muerte, al parecer un mensaje fidedigno de uno de los altos capos michoacanos determinó que no llegaría con vida al próximo lunes, pero mientras siga respirando vamos a continuar con las autodefensas, con el sueño de que en algún momento se restablezca la paz social. No me interesa ningún puesto político, hace unos años milité en un partido, pero ya no me interesa ser piñata de nadie. Este movimiento le está dando poder ¿Hasta dónde tiene contemplado que puede llegar? Se ha sabido que ninguna persona que inicia un movimiento social disfruta su culminación, no quiero ser mártir; también dicen que el árbol de la libertad se riega con la sangre de los mártires, y tampoco quiero ese papel; tengo familia y tengo hijos, no quiero ese sufrimiento para ellos, pero andamos en este movimiento por lo que ya nos hicieron. ¿Se pude pensar entonces que ustedes ya pagaron las consecuencias de este movimiento? Todos, absolutamente todos los que andamos en el movimiento ya tenemos saldadas las consecuencias, pagamos con la muerte de un hermano, con el secuestro de una hermana, con la violación de una hija, con dinero devengado con sudor. Desde hace doce años se está pagando la consecuencia de este movimiento, sólo somos sobrevivientes, y nunca tuvimos justicia a pesar de que la buscamos, todavía antes del levantamiento peleábamos y gritábamos para hacernos escuchar. En entrevista previa dejó ver que pueden llegar hasta Morelia ¿Es su objetivo? Si es necesario sí, porque esa ciudad está más contaminada que todos los municipios, tiene cárteles de todo tipo y es la más jodida de todos; lo raro es que la capital tiene todo el aparato gubernamental, toda la Seguridad Pública del Estado, a pesar de ello es la ciudad más insegura de Michoacán; todos los días hay extorciones, fraudes y asesinatos. Bloqueos carreteros Sobre la carretera de peaje Morelia-Lázaro Cárdenas se registró un conato de violencia, a la altura de la caseta de cobro de Santa Casilda un grupo armado intentó nuevamente incinerar vehículos automotores, allí lograron atravesar una doble pipa cargada con material altamente flamable, pero la rápida reacción de la Marina, el Ejército y la Policía Federal impidieron que se prendiera fuego y se suscitara una situación de mayor riesgo. Rápidamente se desplegó un operativo con helicópteros del Ejército Mexicano que sobrevolaron la zona a una altura baja, aparentemente para ubicar a los delincuentes que presumiblemente se dieron a la fuga perdiéndose entre las huertas de mango que se distribuyen en la zona.