Angélica Ayala / Corresponsal La Voz de Michoacán. Nahuatzen, Mich.- El Fuego Viejo que estaba resguardado en la comunidad de Santiago Conguripo, llegó a Nahuatzen, los cargueros caminaron por cuatro días para llegar a esta comunidad donde fueron recibidos por sus habitantes. La pirámide colocada en la plaza principal como centro ceremonial, fue colocado el Fuego Viejo para ser apagado por las mujeres indígenas, los caracoles sonaban y mientras tanto las llamas se iban consumiendo. Los cargueros con el Fuego Viejo y que fue encendido hace un año en Conguripo donde estuvo resguardado, llegaron a Nahuatzen para realizar el ritual del apagado, al llegar a Nahuatzen caminaron por la calle principal. Las mujeres vestían el traje típico de las indígenas, los hombres con camisas de manta, gabán y sombrero llevaban en sus manos el báculo de madera de donde colgaban listones de colores, los representativos de la bandera Purépecha. El sol estaba en su ocaso, ocultándose entre los cerros que rodean a Nahuatzen, así de esta forma el Fuego Viejo lo colocaron en la parte más alta de la pirámide, ahí las mujeres empezaron a apagarlo, detalladamente con una pala de madera que parecía más un remo para una lancha, empezaron a taparlo con arena, esperaban a que la estrella más grande y que da calor a la tierra se fuera ocultando, así despacio también se iba consumiendo el Fuego Viejo. Los hombres colocaron sus bastones como barrera para evitar que las personas se acercaran a la pirámide, adentro solo estaban los cargueros y las cargueras realizando la breve ceremonia. El sonido del caracol se escuchaba en toda la plaza y las personas estaban atentas a todo lo que ocurría, ¿ya lo prendieron? Pregunto una señora mientras echaba al comal con aceite unas tortillas mojadas de chile rojo, ¡no, no van a prender nada están apagando el fuego! Respondió la señora que llegó al puesto.-