Agencias/La Voz de Michoacán Chicago. El día que Ricky Castro por poco murió baleado en una esquina de Chicago su vida cambió para siempre. Castro había crecido entre pandillas, donde el respeto y el poder los traía la violencia y el miedo. Sus padres eran inmigrantes mexicanos y arduos trabajadores, pero esta ética de trabajo en algún momento de su adolescencia se le perdió. Ese día, al conversar con Antonio, su compañero de misión, se pusieron a pensar en qué hacían realmente allí y qué estaban haciendo con sus vidas. Decidieron irse temprano. Cinco minutos después un carro pasó y balaceó la esquina. Castro recibió una segunda oportunidad que luego se convirtió en la oportunidad de ayudar a otros como él, cuando un maestro hispano le tendió una mano. Castro cambió la vida de la calle por una vida de servicio a la comunidad. Jorge Lucero, hoy profesor de Arte de la Universidad de Illinois, le mostró a Castro un modelo de un hombre hispano distinto al que él conocía: alguien que era admirado y respetado por su poder intelectual, por su poder de conectar profundamente con sus estudiantes y de cambiar vidas. Castro ahora es un modelo para sus estudiantes, quienes quieren ser maestros como él y causar un cambio positivo en sus comunidades. Como Castro y como Lucero hay miles de maestros hispanos por todo el país que actúan como puentes y vías salvavidas para sus comunidades. Univision Noticias se alió con Pearson Education para celebrarlos, contar sus historias, proveerles recursos online y hablar de los retos y las satisfacciones de ser un educador hispano en el país, cuando estos son tan necesitados y tan escasos. En Estados Unidos, los hispanos representan el 25% de la población estudiantil, pero tan solo 7% de los maestros. Esta disparidad afecta a todos los estudiantes. Los estudios demuestran que todos los niños y jóvenes se benefician cuando sus maestros son más diversos. Aumenta la creatividad y la habilidad para resolver problemas críticamente y pensar fuera de la caja. Pero los que más se benefician, sin lugar a duda, son los estudiantes hispanos, quienes son también los que más tienen por ganar. Los estudiantes hispanos se gradúan a tasas mucho menores y abandonan la escuela mucho más que sus contrapartes no hispanas. Aunque la tasa de deserción hispana de la secundaria alcanzó un punto bajo histórico de 10% en 2016 (era 32% en el año 2000), los hispanos aún tienen la tasa de deserción más alta de todos los grupos étnicos y raciales, según datos del Centro de Investigación Pew. Para los estudiantes negros esta tasa es del 7%, para los blancos de 5% y para los asiáticos es de 3%. Los maestros hispanos juegan un papel crucial en cerrar la brecha educacional Las investigaciones apoyan la teoría de que tener maestros más diversos es bueno para los estudiantes. En un estudio de 2004 de alumnos del tercer grado de Tennessee, Thomas S. Dee, un profesor de Economía de la Universidad de Swarthmore, vio mejoras en las puntuaciones de exámenes de lectura y matemáticas cuando a los estudiantes negros y blancos no hispanos se les asignaron profesores de la misma raza. Y Anna Egalite, una profesora de Educación de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, encontró efectos similares en estudiantes negros de escuelas primarias en Florida quienes recibieron clases de profesores negros. Sus conclusiones preliminares son que "los estudiantes que comparten características raciales o de género con sus profesores suelen reportar mayores niveles de esfuerzo personal, de felicidad en la clase, de sensación de sentirse cuidados, de comunicación estudiante-maestro, de motivación postsecundaria y de compromiso académico".