Martha Teresita, la maestra que mató a sus tres pequeñas hijas fue puesta en libertad

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Imagen: Enrique Santiago. Martha Teresita mató a sus tres pequeñas en el 2016, por su trastorno fue puesta en libertad.

Redacción/ La Voz de Michoacán

 

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Morelia, Michoacán. Iniciaba la primavera, era la tarde del lunes 21 de marzo de 2016, pero en la capital michoacana se registraba un escalofriante suceso: la maestra Martha Teresita había asesinado a sus tres pequeñas hijas. Ahora ha sido puesta en libertad.

El tribunal de enjuiciamiento, presidido por Fernando Hernández e integrado por Manuel Padilla Téllez y María Soledad López, consideró que su delito es inimputable por padecer un trastorno mental y de comportamiento, razón por la cual ahora está en libertad.

Abandonada y sombría se encuentra hoy en día la casa en la que, hace tres años, llevaba una vida aparentemente normal con sus tres pequeñas y su esposo. En el número 84 de la calle Galeana, en la colonia Infonavit La Colina vivía la profesora de la escuela primaria “Isaac Arriaga”.

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En aquellos ayeres las pequeñas tenían una vida que al ojo de los vecinos parecía normal, su mamá solía llevarlas por las tardes a la tienda a comprarles algún dulce, se le veía que las quería, pero un día la enfermedad de Martha Teresita fue más grande que el amor.

Su esposo era ferrocarrilero y por su trabajo solía pasar días fuera de casa. Ella era maestra, con cédula 2700068, desde 1998. Los cuidados de las pequeñas de 7, 5 y 3 años, recaían en Martha.

Un excompañero de ella que prefirió hablar en anonimato, compartió que una infidelidad por parte del marido, pudo haber sido uno de los golpes más duros que tuvo la maestra.

Ella se comenzó a ausentar de sus labores, pidió permiso para faltar y estuvo en tratamiento psiquiátrico en el ISSSTE, el doctor que la trató se jubiló poco después de que ella matara a sus hijas.

El diagnóstico emitido en el 2013 era claro: bipolaridad, la recomendación del médico fue descanso y un tratamiento ministrado en pastillas.

Antes de las crisis, la maestra daba clases de primero y segundo grado, pero a raíz de su padecimiento el director prefirió asignarle otras tareas, en la biblioteca e incluso en tareas administrativas.

Años antes, Martha se había ausentado de las aulas, pero en aquel momento fue por su decisión de estudiar otra carrera, Odontología en la UMSNH. La familia de ella le brindaba todo el apoyo económico y moral para su realización.

Las personas cercanas a Martha Teresita ya notaban comportamiento raros, en alguna ocasión estuvo a punto de agarrarse a golpes con otro maestro, y solía dejar su carro afuera de la escuela y “desaparecerse”.

El trágico lunes 21 de marzo

Su trastorno pareció alcanzar la cúspide el lunes 21 de marzo de 2016. Ella estaba en su casa al poniente de la ciudad, con sus tres hijas, cuando tomó una decisión que le cambió por completo la vida.

“Yo las maté para que no sufrieran de grandes en la vida”, dijo Martha Teresita cuando declaró ante la entonces Procuraduría General del Estado.

Ella confesó planear todo, comenzó a jugar con ella y para que perdieran el conocimiento las golpeó con un martillo, después las asfixió con una bufanda, en una de las habitaciones de la casa.

Martha parecía no tener trastorno mental alguno cuando declaró, relató en aquel momento el procurador Godoy Castro.

Se le tomó su declaración y ella estaba consiente, congruente, ubicada en tiempo, en lugar. Se encontraba bien, fue concatenando cada uno de los hechos que fue realizando”, explicó.

Dos días después del crimen, la maestra fue recluida en el Centro de Readaptación Social David Franco Rodríguez.

Recientemente fue puesta en libertad, tras considerarse que su delito es inimputable por padecer un trastorno mental y de comportamiento.

La decisión la tomó el tribunal de enjuiciamiento, presidido por Fernando Hernández e integrado por Manuel Padilla Téllez y María Soledad López.

Ella deberá pagar una indemnización de un millón 108 mil 747 pesos al padre de sus tres hijas, como reparación de daño, por ser la víctima indirecta. También deberá estar sujeta a tratamiento por un periodo de 10 años.

Su tutor, que en este caso es su papá, es el responsable de que esté bajo vigilancia al menos 16 horas diarias, así como de dar seguimiento a los tratamientos con un neurólogo, psiquiatra,  psicólogo y con un nutriólogo.

La decisión se tomó tras realizar pruebas de cuatro especialistas, una trabajadora social, una médica general, una psicóloga y un psiquiatra. El mejor sitio para que esté Martha Teresita es su casa.

Ella suele golpearse en la pared la mano con la que mató a sus hijas, relata su compañero, “quizá nunca lo pueda superar, quien sabe si sea realmente seguro que esté con sus padres”.