Redacción/ La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Mateo Alfredo Castillo Ceja, es el michoacano detrás de la creación de la Carta de la Tierra, documento que es referencia mundial al tocar el tema de una sociedad sustentable y un desarrollo sostenible. Fue después de la Cumbre de la Tierra, cuando surge como una iniciativa de la sociedad civil, la Carta de la Tierra, misma que se publicó en el 2000, luego de un proceso de consulta a nivel mundial, mediante representantes en todos los países; miles de personas y cientos de organizaciones contribuyeron al proceso de redacción que duró más de seis años. La redacción del texto en el que participó el Químico Farmacobiólogo, egresado de la UMSNH, finalizó en marzo del 2000, para el 29 de junio del mismo año, la carta había sido lanzada oficialmente. Con el aval de la Conferencia de los Estados Miembros de la UNESCO, el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, así como de diversos gobiernos nacionales y organizaciones civiles, la carta obtuvo una fuerza de carácter mundial. La carta surge luego de que, en 1987, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU hizo un llamado a la creación de una carta que estableciera los principios fundamentales para el desarrollo sostenible. El documento fue parte de los asuntos inconclusos de la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992. Más allá del documento, la carta ha sido motivo de inspiración de un creciente movimiento que involucra a sociedad civil y gobierno. El michoacano Mateo Calvillo considera que el concepto de “desarrollo sostenible” sigue siendo un reto, porque no hay una garantía de seguridad ciudadana, entendiéndola en toda su amplitud. “Vivimos una crisis social, hay sociedades que no tenemos el derecho a la educación garantizado, a tener una vida digna, un hogar digno, no tenemos el derecho a un medio ambiente sano y en todas partes sucede, hay una crisis económica y la brecha entre ricos y pobres es cada vez más grande”. El oriundo de Jiquilpan, opina que se ha entendido mal la globalización, porque hay una crisis cultural que se refleja en una pérdida de valores. Mientras que la crisis espiritual, “se apodera, tener para poder estar, cuando lo más importante es ser y no tener”. Momento cumbre de Castillo Son muchos los momentos que han cambiado la vida de Mateo Alfredo Castillo Ceja, no obstante el recuerdo de su participación para constituir la Carta de la Tierra, le llevó a dar un giro total a su cotidianidad. Con emoción, recuerda que fue precisamente en su estancia en Costa Rica en 1990, para trabajar en dicho documento, donde enterró su reloj, que desde ese momento dejo de ver en su muñeca. Reconociendo la espiral consumista en la que el mismo había caído, el especialista compartió la necesidad de hacer activismo, que surgió a medida que como funcionario encontraba las arbitrariedades que empresas y e instancias gubernamentales cometían, sin la más mínima conciencia ambiental. Para llegar ese momento, que recuerda, como uno de los más importantes en su vida, se tuvo que caminar un largo sendero, que para Mateo Castillo significó la socialización de la carta y la generación de empatía en el sector político de México. A lo largo del tiempo, Mateo Castillo, adoptó una idea que considera de suma importancia para todos los sectores de la sociedad: “No se puede separar lo económico, de lo social y de lo ambiental”. Camino exitoso Castillo ha sido Consejero representante del sector empresarial en Michoacán. Su proyecto de vida ha sido motivar procesos espirituales en las personas en un marco ético y práctico. Ha sido experto nacional e internacional en la instrumentación de la Agenda 21 (Agenda local para el desarrollo sustentable). Forma parte del movimiento mundial humanista y es promotor en la construcción de políticas públicas ambientales para el desarrollo sustentable. Ha escrito artículos durante más de 20 años referentes al Medio Ambiente. Cambio de Michoacán le otorgó el Premio al Mérito Ciudadano en 2003. En 2004 le otorgaron el Premio al Mérito Ecológico. Fundó el Consejo Estatal de Ecología de Michoacán (COEECO), siendo Primer Presidente de este Consejo por dos periodos. Fundó el Secretariado Nacional para la Carta de la Tierra en México. En 2005 fue nombrado representante de México por parte de la Sociedad Civil ante el Foro de América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas por el medio Ambiente. En Venezuela fue Presidente del mismo. La Fundación Guzmán en 2006 le otorgó el Premio al Mérito de la Salud. En 2005 se presentó por 1ª vez la Carta de la Tierra en México en versión para niños y niñas, en el día Mundial del medio Ambiente; por tal motivo fue condecorado en ese mismo año con el premio mundial “Carta a la Tierra”. Ha sido el Fundador de los Consejos Consultivos. Participó en la elaboración del libro “La construcción ciudadana en México. Rumbo a la COP 16 y 17” debido a que las conferencias que el organizó quedaron ahí plasmadas. En 2012, la Fundación Humanista Regional y el Consejo Coordinador Empresarial de la Cuenca de Chapala en Michoacán le otorgó la Presea “Sapere Aude”, (Atrévete a pensar), por sus acciones en el mismo ámbito.