Raúl Castellano No es de extrañar que Rosario Robles haya cometido un delito grave, desviando dinero a través de compañías fantasmas, cuando esta mujer, que traicionó sus convicciones ideológicas, estuvo al frente de la SEDESOL y luego, de la SEDATU. Desde que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas la dejó al frente del Gobierno del Distrito Federal, para contender por la Presidencia de la República, en lugar de dedicarse a cerrar la administración del ingeniero, salió a relucir su desmedida ambición por el poder y el dinero. Su tiempo lo dedicó a destruir muchas de las cosas que se habían logrado, despidiendo personal al que substituía por sus incondicionales, independientemente de que supieran de la tarea que tendrían que realizar. Rosario formaba así su equipo político para escalar posiciones. Estas acciones fueron las que la colocaron en la lista de los funcionarios corruptos, lo que se habría de confirmar con los contratos de obra que le dio a su socio y amante, un contratista apellidado Ahumada. Pero, además, ya desde 2001 se supo que en las adquisiciones hechas a la empresa Publicorp, por boca de un empleado de esta empresa, que los sobreprecios en los contratos de publicidad eran para que Rosario, la corrupta, hiciera un “ahorro” con objeto de impulsar su futuro político. A este dinero sucio, mal habido, en los corrillos políticos y periodísticos, se le llamó el “Cochinito de Rosario”. Ahora se han destapado, al detalle, la gran estafa y los métodos utilizados para llevarla a cabo Tres auditorías forenses, llevadas a cabo por la Auditoría Superior de la Federación, señalan que desvió recursos ejercidos en 2014 y 2015, que fue a parar a Monex y a CI Banco, de donde se dispersaron a cuentas domiciliadas en distintos países. Rosario estuvo a cargo de SEDESOL, de diciembre de 2012 al 27 de agosto a la fecha. El desvío en SEDESOL lo llevó a cabo mediante contratos con Radio y Televisión de Hidalgo, que se firmaron, junto con un convenio, en marzo, mayo y septiembre de 2014, así como en enero y febrero de 2015. El convenio y los contratos firmados con la SEDATU se firmaron con el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, y esto ocurrió en julio, septiembre y octubre de 2015. 37.1 millones de pesos se depositaron en Monex para ser cambiados por dólares, los cuales fueron transferidos a cuentas en China, Ecuador, Bélgica, Israel y Estados Unidos, a nombre de Desarrollo Comercial El Olivo y Servicios Empresariales Helte. En CI Banco se depositaron 29.8 millones de pesos, que convertidos a dólares se transfirieron a American Highway Electronics Network y Comercializadora Texdemin, en Corea del Sur, China y Pakistan. Resulta que lo hecho por Rosario, referido en las cuartillas previas, no fue todo, ya que el pasado 20 de febrero, el encargado del despacho de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Javier Pérez Saavedra, entregó a la Cámara de Diputados, el resultado del tercer paquete de auditorías correspondientes al ejercicio de 2016, durante el cual se utilizó el mismo esquema de simulación que en años anteriores ya señalados, con alguna modificación, pues además de las empresas que se han mencionado, se contrató a Televisora de Hermosillo, S. A. de C. V. Y a la Universidad Politécnica de Quintana Roo. Sobre las cantidades de dinero de las que se dispuso, desde SEDESOL se desviaron 995 millones 311 mil pesos durante los ejercicios de 2014 y 2015; en tanto que desde SEDATU el desvío ascendió a mil ciento setenta y cinco millones 675 mil pesos durante los años de 2015 y 2016. El esquema de simulación, de acuerdo con lo que descubrió la Auditoría Superior, consistió en que las dependencias firmaron contratos con empresas para obtener servicios relacionados con el diseño, producción y difusión de mensajes institucionales. Sin embargo, los servicios no se prestaron y, pese a ello, la SEDESOL y la SEDATU pagaron a los entes públicos, y estos luego dispersaron los recursos a diferentes empresas, la mayoría de las cuales tienen relación entre sí, ya sea porque tienen el mismo apoderado legal, o declararon tener el mismo domicilio fiscal. Ese tercer paquete de auditorías, hizo que el monto de lo desviado por Rosario aumentara a 2mil 130.9 millones de pesos. El Gobierno Mexicano tiene la necesidad de mostrar su decisión de combatir a fondo la corrupción, algo a lo que además se ha comprometido su candidato Meade. Sobre todo, por esta última razón, tiene la obligación y a la vez la necesidad de denunciar ante la PGR este mayúsculo desvío, que no puede pasar como un caso más de impunidad. Las auditorias de la ASF son muy claras y contundentes. Este caso debe tener consecuencias legales y administrativas, que lleven a la cárcel a la ya conocida, y de sobra, como corrupta: Rosario Robles. Esta mujer impresentable, ha sido señalada repetidamente, como responsable de múltiples trapacerías y se dice que fue recomendada a Peña Nieto, por Carlos Salinas, como una experta para meter mano negra en cuestiones electorales. Este escándalo de Rosario salpica de porquería al candidato Meade, quien ha hablado de combatir de corrupción, y justamente es cuando este escandaloso asunto se conoce; luego entonces, esto le pega muy fuerte a un candidato que ya de por si anda perdido en un lejano tercer lugar. Esto podría ser la puntilla que acabe con sus pretensiones y una derrota desastrosa para el PRI, que nuevamente será sacado de los Pinos y le abre la puerta, de par en par, a López Obrador.
La Voz de Michoacán
