Arturo Molina/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Cifras oficiales revelan que, en los últimos 50 años, Michoacán perdió el 30 por ciento del total de su superficie boscosa como consecuencia del fenómeno de tala clandestina, cambio de uso de suelo y la falta de la renovación de los núcleos forestales. Autoridades ambientales precisan que se le debe prestar especial interés en los recursos forestales, los cuales son imprescindibles para todos los seres vivos del planeta, ya que cumplen con funciones como: protección de inundaciones y aludes, freno a la desertificación y erosión, regulación del ciclo del agua, regulación de gases como el dióxido de carbono (CO2), conservación de la biodiversidad en todos sus niveles; producción de bienes y servicios ambientales, abastecimiento de materias primas, generación de empleo; asentamiento de poblaciones, usos recreativos, usos educativos, desarrollo del medio urbano colindante, entre otras. La Comisión Forestal de Michoacán advirtió que un predio deforestado se logra reponer con esfuerzo, no obstante, destacó que una superficie que ya fue víctima del cambio de uso de suelo difícilmente regresará a ser bosque o selva baja nuevamente. Son los monocultivos como el aguacate y las berries, el pastoreo de animales y el crecimiento exponencial de las grandes ciudades los elementos que han generado la mayor cantidad de daños. Solo en el caso del conocido “oro verde”, se estima que en 5 años generaron la pérdida de 250 hectáreas de bosque, por lo que incluso, su cultivo ha sido ya objeto de regularización y control por parte de la Mesa de Seguridad Ambiental. Todos los detalles, en la edición de La Voz de Michoacán de este 23 de junio.