Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La experiencia de los sismos de septiembre no tuvo repercusión positiva en cuanto a la prevención se refiere en Michoacán. A dos años de los sismos que arrebataron cientos de vidas, en esta entidad las labores de los gobiernos se han reducido a la generación de simulacros en dependencias de gobierno y escuelas públicas. No obstante, las necesidades no han sido atendidas. La generación y actualización de Atlas de Riesgos, el establecimiento de protocolos de actuación ante contingencias, instalación de una red sísmica y alertas, así como otras recomendaciones, han pasado de largo por los oídos de funcionarios públicos que, a pesar de los llamados de los especialistas y científicos, no se han logrado concretar. Han pasado ya dos años de los sismos del 7 de septiembre, en donde el sur del país se vio afectado por el temblor más fuerte de los últimos 100 años con una intensidad de 8.4 grados en la escala de Richter. El país se encontraba en fase de recuperación cuando otro sismo golpeó al territorio nacional; esta vez en la Ciudad de México y estados de la megalópolis. Al igual que en el 85, la capital del país se vio oscurecida por las columnas de humo y los escombros de los edificios que se derrumbaron, muchos de ellos con ciudadanos que no volvieron a ver la luz del día. Se reconoce que la instalación de una alerta sísmica en un estado de alta actividad geológica como Michoacán podría dar entre un minuto y minuto y medio a la población para que se resguarde en un lugar seguro. No obstante, a la fecha no hay visos para la instalación de este tipo de mecanismos que operan en ciudades importantes del país pero que, en Michoacán, siguen quedando pendientes. En el marco de la conmemoración de los sismos de 2017 y de 1985, en donde ciudadanos perdieron la vida, las autoridades en Michoacán realizarán de nueva cuenta el ejercicio de simulacro en dependencias de gobierno. Carlos Mandujano Vázquez, coordinador Estatal de Protección Civil, advirtió que estos fenómenos no se pueden predecir. Actualmente se encuentra latente el riesgo de un sismo de magnitudes fuertes que tendría una liberación de energía geológica en el territorio michoacano. No obstante, las condiciones en la entidad no han mejorado tanto en el desarrollo de infraestructura como en la instalación de una alerta o de un sistema de medición de sismos que permita conocer a detalle, el comportamiento de las placas. En el caso de los fenómenos símicos, no hay manera de predecirlos ni de monitorearlos, esos se presentan, y como hablamos de fenómenos geológicos, las edades geológicas son muy variables, como puede suceder puede pasar en 100 años un temblor fuerte, hay la posibilidad de que en la costa de guerrero en la Placa de Cocos Se genere una liberación de energía con un temblor fuerte, pero no sabemos si puede ser ahora o en 500 años, y tenemos que estar preparados porque hay un fenómeno de la placa que se está introduciendo a la Placa Continental”. “Un fenómeno de un sismo, las alertas nos pueden dar hasta un minuto de tiempo que en estos casos es muchísimo porque puede salvar muchas vidas”, explicó. A pesar de los daños que se generaron en los sismos de septiembre de 2017, cuando cientos de escuelas quedaron dañadas, la situación y revisión de las normas de construcción de las escuelas, la generación de atlas de riesgos y la instalación de una red de acelerógrafos es aún un sueño lejano para los especialistas. Incuso las condiciones se han complicado. La determinación del gobierno federal de entregar recursos a comunidades para que sean los padres de familia los que construyan las escuelas ha puesto en alerta a los especialistas, quienes advirtieron que muchas de las escuelas del centro y sur del país soportaron el sismo debido al diseño estructural con el que contaban los planteles. Advirtieron que lo anterior implicaría poner en riesgo a miles de estudiantes de todos los niveles educativos. También puedes leer: Michoacán ¿Zona de alto riesgo ante sismos? La doctora Patricia Alarcón Chaires, investigadora del Laboratorio de Ensayos Símicos de la Universidad Michoacana y especialista en gestión de riesgos, ha destacado que a pesar de la insistencia de los geólogos e ingenieros, no se ha logrado el proyecto de instalación de una red sísmica que promovieron desde 2004. El proyecto fue fondeado en su momento por el gobierno federal, no obstante que, en los gobiernos estatales, no ha encontrado el apoyo necesario para su operación. Desconozco lo que están haciendo y quiero pensar que sí están haciendo algo, pero lo desconozco. El estado de Michoacán está entre los que tienen mayor sismicidad, aquí se generó el sismo del 85 en Caleta de Campos y en 1997 tuvimos otro sismo en donde hubo 35 comunidades dañadas. Las viviendas de adobe son altamente vulnerables y es una medida que puede hacerse en mejorar la respuesta sísmica de las comunidades rurales", destacó. Uno de los principales antecedentes fue queen 1985, el sismo que devastó a la Ciudad de México se generó en suelos michoacanos. El alto riesgo por la Brecha de Michoacán, también conocida como Michoacán Gap, es una zona sísmica ubicada en el Océano Pacífico mexicano, frente a la costa de los estados de Michoacán y Guerrero, con una extensión de 200 kilómetros, desde el sur de Petatlán, Guerrero, hasta la costa de Colima, y que tiene alto potencial sísmico. También puedes leer: Infonavit paga mil 591 mdp por afectaciones al sismo de 2017 Nuestro país se localiza en una de las zonas sísmicas más activas del mundo, el Cinturón de Fuego del Pacífico, cuyo nombre se debe al alto grado de sismicidad que resulta de la movilidad de cuatro placas tectónicas: Norteamericana, Cocos, Rivera y del Pacífico. La red sísmica nacional cuenta con 102 equipos de detección y 61 estaciones localizadas en su mayoría a lo largo de las costas del Océano Pacífico y de Veracruz, así como en el Eje Neo Volcánico, en la cordillera montañosa que sirve de unión de las sierras Madre Occidental y Oriental, que se extiende desde el estado de Veracruz hasta el estado de Nayarit.