Arquitectura forrada de cantera rosa y más de mil monumentos ancestrales en un ambiente donde se respira historia y tradición, son algunas de las experiencias que permite una caminata por el centro de la joya colonial de Morelia, Michoacán. A 308.1 kilómetros del Distrito Federal se ubica la capital michoacana, considerada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como la ciudad mexicana con más edificios catalogados como monumentos arquitectónicos. La antigua Valladolid conserva los 253 arcos del acueducto emblemático de la ciudad, el cual data de 1785 y termina en la fuente de Las Tarascas. Además, por su ubicación geográfica tiene una rica gastronomía que le permite ofrecer métodos artesanales para producir alimentos con sabores auténticos. En “Morelia de mis amores” aparecen por las calles mujeres con vestidos coloniales que invitan al tranvía nocturno, los edificios se iluminan y jóvenes con ropa de época inician sus cantos”. Entre algunos atractivos que ofrece el corazón de Morelia, destaca el Palacio de Clavijero, el Colegio de San Nicolás de Hidalgo, la Biblioteca Pública y el mercado de dulces típicos, lugar en donde se podría aprender a cocinar algunas de las delicias que ahí se comercializan. Además, cuenta con lugares cercanos para realizar diferentes recorridos y pasear por los bosques que resguardan a la mariposa monarca, el imponente lago de Pátzcuaro y Los Azufres, lugar que algunos consideran de sanación por medio de aguas termales.