Redacción / La Voz de Michoacán La Procesión del Silencio comienza al anochecer, alrededor de las 20:00 horas, del Viernes Santo partiendo de la Plaza Villalongín, ubicada donde terminaba la ciudad en el Siglo XVII. El trayecto sigue luego sobre la Avenida Madero (antigua Calle Real). Pasa frente a la Catedral moreliana y da vuelta a un costado de la Plaza de Armas para avanzar por detrás de la Catedral y llegar a la Plaza Valladolid en donde tiene lugar la ceremonia del “Pésame” a la Virgen de la Soledad, aproximadamente a las 21:30 horas. La marcha continúa para llegar finalmente al templo de Las Capuchinas. A lo largo del recorrido hay balcones en donde la multitudinaria Procesión se detiene momentáneamente para la pronunciación de Saetas. Orígenes de la Procesión del Silencio La Procesión del Silencio es una manifestación de devoción popular cuyo origen se encuentra en la edad media y que sobre todo en España, adquirió gran importancia durante los siglos barrocos XVII y XVIII. Algunas ciudades españolas conservan aún esa antigua tradición, como Sevilla y Valladolid, por mencionar las más representativas. En los pueblos conquistados por los españoles esta celebración de fe se encuentra muy extendida y México no es la excepción. Durante la Procesión del Silencio se llevan por las calles esculturas alusivas a los eventos que se describen en la Biblia en torno al día de crucifixión y muerte de Jesús, destacando en ese sentido la imagen de “La Virgen Dolorosa”. Las Saetas En su significado formal, la saeta es un arma que consiste en un asta delgada y ligera, con una punta afilada, a manera de lanza, algunas veces corta para “impedir que cabecee al ser disparada”. Pero en la tradición cristiana se les llaman “saetas” a “las coplas breves y sentenciosas que, para excitar la devoción o la penitencia, se cantan en las iglesias o por las calles durante ciertas solemnidades religiosas como la Semana Santa”. Entre las antiguas saetas sevillanas se encuentran las siguientes: “Nuestra Madre dolorosa se acerca entre mil luceros. Viene derramando gracias bajo el azul de los cielos” “Míralo por donde viene el Señor del Gran Poder. Por cada paso que sangra nace un lirio y un clavel” Y entre las saetas que se cantan en Morelia destacan las siguientes: “Cristo de las cinco llagas, sangre de cinco agujeros llanto de cinco luceros para lavarnos las plagas” “Madre con siete puñales, Virgen con siete dolores haz que tus ojos de flores laven mis culpas mortales” “Están tristes los olivos en tu cielo de aceitunas. La vida enciende el dolor Lámparas votivas cantan el Salmo del gran amor. Así Dios ama al hombre: los olivos están tristes de ver la faz del Señor”