Luego de que en el tramo carretero Lázaro Cárdenas-Morelia, a la altura del puente Dr. Ignacio Chávez, una pipa con doble remolque que transportaba combustóleo volcó sobre la autopista Siglo XXI, derramando 39 mil litros del hidrocarburo, en el río Balsas, las Procuradurías federal y estatal de Protección al Ambiente aseguraron que fueron mil 50 aves capturadas para su limpieza. De acuerdo al titular de ProAm, Juan Carlos Vega Solórzano, la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Ambiente del sector hidrocarburos, mejor conocida como la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), dependiente de la Semarnat, reportó que del total de aves rescatadas, el 30%, entre 250 y 300 aves han muerto. Expuso que se puso en funcionamiento una brigada con el objetivo de encabezar las labores de recuperación de las aves y de la fauna que se ve afectada por este derrame, la cual está conformada por dos biólogos y cuatro inspectores, pero que la dependencia a su cargo no tiene facultades para sancionar a la empresa responsable del accidente. En tanto que reconoció que no existe información aún sobre la situación de los peces y lagartos, “aún no tenemos un dato preciso de cuántos ejemplares hayan sido afectados o han fallecido, ahorita los esfuerzos se concentraron en las aves únicamente”. Una parte de las brigadas tiene como tarea principal la inspección de la desembocadura del Río Balsas y van a evaluar y verificar el daño a otras especies. Profepa atendió a los ejemplares de vida silvestre que resultaron afectados La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente se coordinó con personal de la Secretaría de Marina, Gobierno del Estado y voluntarios para la recepción de los animales afectados para brindarles atención médica, entre los que se encuentran ejemplares de cerceta, gallareta, pato silvestre y pelícano americano, los cuales se localizan a lo largo del cauce del río. Los animales afectados fueron aseados de mucosas, fosas nasales y pico; posteriormente fueron bañados con jabón líquido desengrasante biodegradable para retirar el combustible impregnado de su plumaje ya que esto les impide volar, y en consecuencia, puede afectar su supervivencia; asimismo, se les brindó asistencia médica, cuidado y rehabilitación, para posteriormente liberarlos.